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MUJERES EN ESCENA

Juana Molina inicia conciertos del GRL PWR

Con preventa agotada, la compositora se presenta en Córdoba el próximo 25 de mayo en Studio Theater, donde hará un repaso por Halo, su séptimo disco.

Juana Molina
DEBUT. Juana Molina tocará por primera vez en Studio Theater con su banda, integrada por Diego López de Arcaute y Odín Schwartz. | Marcelo Setton

A Juana Molina no le preocupa definir su estilo musical: dice que esa es una tarea del periodista, que necesita definiciones para poder explicárselas luego a los lectores. Señala que es muy difícil verse a uno mismo desde adentro y que su música pasa más por lo que le surge a ella emocionalmente; y acota que cuando un músico no hace un género musical preestablecido, que tiene ciertas reglas que van estructurando una canción, es muy difícil de explicar.

“Yo me sumerjo en un universo muy abstracto en el que siento que me van llevando de la mano, como si alguien me sacara a bailar. Siento que es la música la que me lleva. Entonces no puedo definir lo que hago”, asegura.

Hija de Horacio Molina (cantante de tango) y Chunchuna Villafañe (actriz) desde pequeña tuvo una marcada inclinación por la música: “Crecí escuchando la música que ponían mis padres: jazz, bossa nova. Mi primer disco fue Abbey Road, de los Beatles. También escuchaba King Crimson, Yes, The Police, Nirvana”.

Su adolescencia en Francia marcaría también -aunque ella no lo supiera entonces- cierto estilo que aún hoy la define. “Cuando vivía en Francia grababa mucha música de la radio, cosas que no sabía muy bien qué eran”, recuerda. A la hora de componer señala que lo más difícil es la etapa inicial. “Necesito tiempos particulares. Primero, tengo que ordenar todas las cosas, que el estudio tenga todo a la vista para no tener que estar buscando instrumentos.

Si tengo un instrumento nuevo lo pongo más cerca porque quiero tenerlo a disposición para que, si se me ocurre algo, poder hacerlo en el momento y no perder la idea mientras enchufo los cables. Esa es la parte más difícil porque me viene una especie de pereza”, señala.

Y agrega: “Las primeras dos semanas son un poco yermas, hasta que en un momento aparece una pequeña idea y de golpe desaparece el estudio y aparece la música.  Entonces entro en un mundo muy particular y necesito no tener ningún compromiso porque desaparezco un par de meses y lo único que hago es dormir, comer y grabar”. 

La actuación. Imposible hablar con Juana Molina y no preguntarle por sus ‘hermanas’, aquellos icónicos personajes que dejaron huella en la generació de los ‘90. Pero contrariamente a lo que muchos piensan, fueron sus ganas por la música las que la llevarían a la actuación y no al revés: “Cuando éramos chicos jugábamos a hacer imitaciones de avisos publicitarios, que en esa época eran historias, con argumentos. Hacíamos equipos y los que mejor imitaban, ganaban. Así que y tenía incorporado lo de hacer personajes. Pero yo quería hacer música; empecé a pensar en cómo hacer para poder dedicarme a la música y a la vez pagar las cuentas. Quería tener muchas horas libres para estudiar guitarra, para componer. Me dediqué a buscar un lugar en la TV y me encontré con La noticia rebelde; entré y fue perfecto porque grababa los lunes los cinco sketch que se emitían durante la semana. Enseguida me llamó Gasalla para trabajar en su programa. Me fue muy bien, terminé teniendo mi propio programa pero me alejé sin querer de mi objetivo inicial.
Cuando tuve que parar, a raíz de un reposo obligado por mi embarazo, me dije que tenía que volver a la música antes de que fuese demasiado tarde”.

Hoy, si bien Molina no descarta volver a la actuación, está muy concentrada en su música. “Mi prioridad es terminar trabajos pendientes para terceros (música para cortos, para dibujos animados) y luego voy a concentrarme en hacer un disco nuevo”, dice.