El Hospital San Roque empezó a funcionar en 1762 en la Iglesia de calle Rosario de Santa Fe 375, atendida por sacerdotes bethlemitas, y como hospital en el año 1800. Tanto en este, como en todos los hospitales de Córdoba y del mundo entero, durante muchísimos años el cuadro con la foto de una enfermera pidiendo respeto a los enfermos internados, junto a la frase “Silencio, hospital”, estaba en sus paredes. Haciendo callar a médicos y visitantes a enfermos desde Estados Unidos a Australia, desde Alemania hasta Ecuador, la seria mujer de la foto, sin una palabra, ya que se estaría contradiciendo al hablar, producía respeto, casi que infundía temor...
¿Quién era esta mujer desconocida, paradójicamente quizás la más conocida en el mundo? Una argentina llamada Muriel Mercedes Wabney. Cuando un jefe de visitadores médicos de la firma Taranta, de instrumental y productos medicinales, en sus recorridas por hospitales de Córdoba, Rosario y Buenos Aires notó lo común que era que las enfermeras debieran retar a las personas que hablaban en los pasillos, tuvo la idea.
Así fue que se hizo un casting y la elegida fue la modelo de Cartier y de la Tienda Harrods llamada Muriel Wabney. Aunque ella participaba en desfiles de un conocido programa de Canal 7, la joven era de perfil bajo. Y eran tiempos en los que las modelos no eran tan conocidas. Los cuadros con su imagen fueron regalados a centros médicos de todo el mundo desde 1953. Pero solo se supo que ella era una sudamericana cuando, en 1970, contó su secreto en la revista Paralelo 38, apareciendo en su tapa.
Muriel Wabney, una seria y bella muchacha argentina que, por años, hizo callar a medio mundo. Fue tan eficiente en eso que hasta ella misma logró mantenerse, por años, en ese tan solicitado silencio.
(*) Autor de cinco novelas históricas bestsellers llamadas saga África.