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CóRDOBA
HORACIO RODRÍGUEZ LARRETA

“La hetereogeneidad, bien manejada, nos va a hacer ganar la elección”

Ante los empresarios, el referente opositor defendió el federalismo macrista, en contraposición al modelo K de “concentración” de fondos. Reconoció diferencias con Patricia Bullrich, aunque se mofó de los que hablan de “una feroz interna”. En cónclave PRO reafirmó la “unidad” del frente aliancista y afianzó el objetivo de “ganar” la elección a gobernador en Córdoba: “La elección está muy cerca”, dijo.

11-9-2022-Rodríguez Larreta
UNIDAD. En su paso por Córdoba, el alcalde porteño lo remarcó varias veces: “Queremos ganar Córdoba en 2023. Solo lo haremos si estamos todos juntos”. | Fino Pizarro

A su paso por Córdoba, el jefe de gobierno porteño, con aspiraciones a la presidencia, Horacio Rodríguez Larreta, reafirmó el rumbo trazado de cara al 2023 en los distintos escenarios donde exhibió su proyecto país, con un eje conductor preponderante en su lógica pragmática: “La vida de la gente se cambia desde el poder”.

En su mensaje al círculo rojo y a la tropa amarilla, el referente opositor dejó en claro su apuesta a ganador en su armado político. “Volveremos a ser gobierno en el 2023”, dijo en el plano nacional y, en lo local, reforzó el mensaje de “unidad” de Juntos por el Cambio (JxC) para “ganar” la elección a gobernador.

Sin apartarse de su libreto, y en medio de la interna del PRO a nivel nacional, Rodríguez Larreta consolidó su vínculo con los empresarios congregados el viernes pasado en la Bolsa de Comercio, a quienes habló de su “plan de desarrollo integral” para la Argentina, ligado al llamado a un “consenso político más amplio” para poner en marcha las reformas estructurales a largo plazo.

“Es la política, estúpido”, afirmó el alcalde porteño al recrear la popular frase de campaña norteamericana de los ’90, y reorientar la mirada sobre la decisión política mayoritaria para encarar las transformaciones que atravesarán distintos gobiernos en los próximos 20 años, “sin las cuales la estabilización de la economía no se sostiene”, remarcó. A la par, incluyó un capítulo destinado a bajar la inflación y corregir el déficit fiscal.

Con lo cual, su mensaje estuvo atravesado por el rechazo a la “grieta extrema” y recomendó a propios y extraños no dejarse llevar por “los gritos de los extremos”. “El camino de ganar a través de la confrontación ‘a matar o morir con lo nuestro’ tiene cero chances de éxito”, lanzó.

Modelo. Así, parado en el centro, no ocultó sus diferencias con Patricia Bullrich, pero se mofó de los titulares que advierten de “una feroz interna”. Los “modelos” de ambos competirán en las Paso, aunque el aparato –lo saben todos– lo tiene Rodríguez Larreta. De eso se queja a diario la titular del partido amarillo.

Sobre las diferencias con su rival interno, subrayó que “bien manejadas” enriquecen el espacio. En esa línea reformó la idea de “proyecto mayoritario” en esencia heterogéneo. En su definición, subrayó: “La heterogeneidad, bien manejada, nos va a hacer ganar la elección”. “Si la gente quiere en Argentina a un candidato muy extremo, yo no voy a ser. No voy a transformarme en algo que no creo para que me voten porque ese camino lleva al fracaso”, aseveró.

El alcalde porteño le planteó al empresariado local que el “consenso político amplio” que pregona –no es con el kirchnerismo, resaltó–  tiene una línea trazada hacia la reconstrucción del federalismo y un camino a transitar en torno a un sendero de baja del gasto público y la recuperación de la economía. A su vez, destacó un marco de “previsibilidad” para generar dinamismo en el mercado laboral, el desarrollo enfocado en las diversas regiones del país y la “desregulación micro” por sector para poner fin al “estatismo”.

En su rechazo a la “concentración” del gobierno K, al advertir que hay una masa de fondos que se recaudan vía impuestos que no se giran a las provincias, el presidenciable defendió el federalismo durante el gobierno de Mauricio Macri que “hay que retomar”. Propuso, en ese sentido, encarar la discusión de una nueva ley de coparticipación con mayor peso de “responsabilidades” de las provincias en la generación y en el manejo de los recursos.

Unidad para ganar. En su mensaje a la tropa amarilla, Rodríguez Larreta reafirmó la “unidad” de JxC y afianzó el objetivo de “ganar” la gobernación de Córdoba. Con la mira puesta en el escenario electoral, y por partida doble, arengó: “Volveremos a ser gobierno en el 2023” y “Vamos a ganar en Córdoba”.

En su proclama ante los conspicuos dirigentes amarillos que, junto a la militancia, dieron el marco al cónclave del PRO en la noche del jueves pasado, el presidenciable advirtió que el 2023 está muy cerca, más teniendo en cuenta que la elección provincial se adelantará. Así lo planteó sin rodeos, haciendo que Gustavo Santos asintiera con un gesto. A lo que se suma la decisión del Panal de separarla de la contienda electoral capitalina.

En medio de la puja interna local por las candidaturas, el referente nacional rechazó el dedo porteño-centralista de injerencia y trasladó el peso de la decisión a la dirigencia local. “Ni yo ni nadie de Buenos Aires tiene que venir a decirles qué hacer”, resaltó y acentuó: “Lo único innegociable es la unidad” del frente opositor en Córdoba.

En público y en privado, Rodríguez Larreta sostuvo esa postura. Más hacia afuera, expresó que si hay varios y buenos candidatos eso “enriquece” al espacio opositor, aunque no ahondó en cómo se resolverá la interna. “No quiere aparecer como rosquero”, interpretó un dirigente local amarillo. A su vez, un socio político local atribuyó sus dichos al “equilibrio” que debe hacer en medio de la puja aliancista para no generar más roces.

De todos modos, el alcalde porteño ya abrazó a Luis Juez como su candidato para disputarle el poder al peronismo en territorio cordobés. Esa decisión se basa en puro pragmatismo: los números que arrojan las encuestas.

Al igual que Macri, el alcalde ya tiene en su poder una copia del reglamento cordobés para la elección interna de candidatos. La trama tiene tres actos: acuerdo, encuestas o interna. No obstante, son muy pocos los que avizoran un escenario de “Paso” en JxC en Córdoba. El pragmatismo basado en las mediciones se impone entre la tropa local, salvo en una porción del radicalismo, enfrascado en su internismo.