En 2005, el gobierno kirchnerista anunciaba una gran moratoria previsional y decidió otorgar pensiones a 2,5 millones de personas pese a no haber realizado aportes. También se discutía si el valor del dólar -$2,90- era el correcto para las aspiraciones de competitividad del país y se cancelaba de forma anticipada la deuda con el FMI. Hasta ese año hay que remontarse para dar con un nivel de producción automotriz tan bajo como el que las terminales productoras de autos vaticinan para este 2019. En 2005, aún con la crisis de 2001-2002 cerca, fue de unos 320 mil autos. Y sería de 430 mil en 2006. El año pasado fue de 466 mil y este año se espera una contracción para el conjunto del sector cercana al 10%, lo que ubicaría la performance productiva del 2019 en torno a las 420 mil unidades. El pico de la historia reciente se dio en 2011, cuando se produjeron casi 830 mil unidades y el sueño de llegar al millón de autos parecía alcanzable.
Planta por planta. La realidad de las terminales productivas de Córdoba tiene sus particularidades, pero un rasgo común: para todos el 2019 será un año para el olvido. La semana que pasó dejó suspensiones para 1.500 operarios de Renault. La fábrica francesa acomodará su esquema productivo mes a mes y confían en producir cerca de 45 mil unidades, lo que representaría una leve mejora respecto de las 40 mil que produjeron en 2018. “Los programas productivos se van ajustando con el tiempo, creemos que a fines de abril vamos a tener un panorama más claro. Hoy tenemos una proyección cautelosa. Venimos de los dos primeros meses del año con caídas muy marcadas”, señalaron desde Santa Isabel y remarcaron que desde 2006 la producción esperada no es tan baja como la de estos años. En efecto, en 2005 Renault produjo 31 mil unidades, en 2006 llegó a 52 mil unidades y desde allí durante todos los años la producción superó las 60 mil unidades con una excepción: en 2017 se fabricaron 54 mil vehículos, pero por una reducción en los trabajos de la planta que debió readecuarse para los nuevos modelos y no por una caída del mercado.
En el caso de la japonesa Nissan la estimación de producción para este año de la pick-up Frontier se ubica en torno a las 15 mil unidades. Aquí aún no se puede establecer una comparación con períodos anteriores ya que la camioneta comenzó a salir de la línea de producción en serie desde agosto. En la fábrica de camiones Iveco, en tanto, la contracción sería más pronunciada. Tras un 2018 con un nivel de producción cercano a las 3.000 unidades, este año se bosqueja una caída del 20%, para terminar ubicándose en 2.400 camiones. En Fiat, por su parte, también trabajan con suspensiones en marzo, bajo un esquema de trabajo de cuatro días a la semana. La producción del Cronos para 2019 sería un 20% más baja que el año pasado. La firma italiana pasaría de 55 mil vehículos en 2018 a 45 mil durante este año.
Pasaron cosas. Entre las dos terminales que más volumen de producción manejan en la provincia -Fiat y Renault- se fabricarían 90 mil unidades en 2019, en torno al 5% menos del ya alicaído 2018. La mala noticia que deja esta cifra no solo es el retroceso en términos históricos que plantea, sino más bien la fuerte caída que encierran los datos en relación a las perspectivas originales que tenían las empresas. Lo graficó un ejecutivo de la firma italiana de forma tajante: “En agosto del año pasado la previsión de producción que teníamos para este año era de 100 mil unidades nosotros solos. Después, bajamos a 90 mil, luego a 60 mil y hoy nuestro PO (Programa Operativo) es de 45 mil. Y es por una razón muy clara: en estos meses volvieron las retenciones a las exportaciones y encima quitaron los reintegros por las retenciones. Eso nos está haciendo mucho daño”, marcó.
Menos expo. Las definiciones que se dieron el año pasado en pos de reducir el déficit comercial del país terminaron por desguazar buena parte de las intenciones de exportar del sector privado. “Cuando pusieron los derechos de exportación y bajaron reintegros se acabó el negocio. Hoy, los tres pesos por dólar impactan en un 8% de lo que se exporta. Salvo Toyota, están todas las terminales igual y es algo que sabe el Gobierno”, destaca un ejecutivo del sector. En Fiat, la previsión de exportar pasó del 80% en los planes a un 50% en la actualidad. El mal negocio que es exportar también se hace patente en los envíos de Renault. La terminal francesa dio vuelta los porcentajes de producción que destinaba a los mercados externos e internos. “Hoy estamos vendiendo un 80% al mercado interno y 20% afuera. Antes era muy distinto. La Kangoo llega a Colombia, México, Paraguay y Uruguay, pero todavía no activamos Brasil”, aportan desde la empresa francesa.