La Justicia investiga si es lícito el origen de los fondos con los cuales el docente de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Córdoba, Luis Augusto Olmedo, adquirió más de una decena de inmuebles. El dato fue mencionado por el juez federal Ricardo Bustos Fierro en su resolución de abril pasado, cuando dictó los procesamientos de Olmedo, Adrián Oscar Casalis, Augusto Massimino y la decana de esa facultad, Mirta Spadiliero de Lutri. En esa oportunidad, el magistrado ordenó el procesamiento por presunta extorsión en la actividad desplegada por dos academias a las que pagaron alumnos de la cátedra de Microbiología para aprobar la materia.
Ahora, el expediente está a cargo del fiscal Maximiliano Hairabedián, quien confirmó a PERFIL CÓRDOBA que analiza la información sobre esos inmuebles, cuentas bancarias e inversiones para desentrañar si hubo lavado de activos. Esta investigación no solo alcanza a Olmedo, sino también a Casalis y Massimino.
Costosos inmuebles. La punta del ovillo fue un departamento en Chacabuco 635 donde funcionó durante años la academia que preparaba a los estudiantes. Durante la investigación penal, el juez Bustos Fierro levantó el secreto fiscal de los investigados y solicitó a Afip la información sobre los imputados que figura en la base de datos denominada E-Fisco.
Del documento electrónico correspondiente a Olmedo, llamó la atención una cuenta corriente en el Banco Macro que compartían el propio Olmedo y Massimino. La hipótesis judicial es que acreditaría el vínculo económico por el rédito económico que produjo la academia para ambos.
Otro dato llamativo para el juez fue la donación de un inmueble que hizo Olmedo a Casalis y de otra propiedad que el docente universitario transfirió a la hija de Casalis. Se trata de un departamento de 73 m2 cuyo valor en el mercado oscila los US$120 mil, ubicado en el mismo edificio donde funcionó la academia.
Para el juez no fue suficiente la explicación que brindó el docente respecto de su vínculo afectivo, porque la destinataria de la donación, además de ser hija de Casalis es también su ahijada. “No justifica el desprendimiento económico que el acto donativo representa, máxime cuando del análisis conjunto de los informes E-fisco de ambos, no hacen más que refrendar un incremento económico significativamente relevante e injustificado que indiciariamente podría responder a la actividad de venta de la materia Microbiología”.
Para profundizar la pesquisa, la Justicia pidió las actas notariales de todas las operaciones a la escribana Claudia Morano. La profesional aportó al juzgado los asientos de registraciones de derechos reales de usufructo y donaciones, con datos precisos en relación al valor económico y detalles de los inmuebles.
Propiedades. La lista de propiedades a nombre de Olmedo se completa con un departamento en Independencia al 900 de 106 metros2 y una cochera en el mismo edificio. Hay otro valioso inmueble de 182 m2 en Chacabuco al 1200; un segundo en Chacabuco 643 (el mismo edificio donde funcionó la academia), de 142 m2; un local en alquiler de 410 m2 en Figueroa Alcorta al 200, y una casa adquirida como inversión, de 455 m2 en la ciudad de Villa Dolores.
En el E-Fisco también se detectaron derechos de usufructo sobre otras tres propiedades, en los cuales figura como titular registral su sobrina nieta. Se sospecha que esa registración pudo haberse utilizado para disimular el incremento patrimonial.
También saltaron a la luz tres posibles adquisiciones en pozo porque aparecen operaciones comerciales con tres desarrollistas.
“Si sumamos a los inmuebles anteriores – analizó el juez–, se puede establecer que el patrimonio de Olmedo asciende a un total de 11 inmuebles, que por su ubicación y valor resulta un indicio claro de que el origen de los mismos podría tratarse de sumas de dinero obtenidas en forma ilícita a través de la Academia, lo que debe dar lugar a una posible investigación por lavado de activos de origen delictivo”.
“Puede claramente advertirse que ese cúmulo patrimonial no se condice con su actividad de docencia, en la que declaró que gana mensualmente unos $120 mil. Sería palmariamente evidente que con dicho ingreso no podría haber incrementado su patrimonio de la manera que refleja su situación tributaria”, explicó Bustos Fierro sembrando la duda sobre un posible lavado de activos cuya investigación está, ahora, en manos del fiscal Hairabedián.
DEFENSA
El abogado Manuel Calderón Meynier, defensor de Augusto Olmedo, señaló que aportaron a la Justicia los documentos que acreditan que el 80% del patrimonio del docente fue adquirido con anterioridad al momento en que asumió como titular de la Cátedra de Microbiología en la Facultad de Odontología. “Precisamente lo acusan de manejar las preguntas en los exámenes y pasárselas a Casalis y Massimino para que ellos las entregaran a los alumnos, con el fin de que solo aprobaran aquellos que habían pagado la academia”, explicó a este medio advirtiendo que las propiedades fueron compradas antes de los hechos por los cuales está acusado.