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Cile 2019: Ponencia final

“La uniformidad no es el camino para que la lengua siga viva”

María Teresa Andruetto cerró el Congreso con un discurso de espíritu crítico y profundidad conceptual. La autora de ‘Lengua Madre’ también abogó por el uso del lenguaje inclusivo.

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CIERRE OFICIAL. Antes de la sesión de clausura, se llevó a cabo una sesión plenaria especial presidida por el director del Instituto Cervantes, Luis García Machado, en la que la escritora cordobesa María Teresa Andruetto expuso la ponencia final del Cile. | Fino Pizarro

“Me pregunto si la lengua es de todos y quienes hacen usufructo de ella”, dijo en un momento de su discurso María Teresa Andruetto quien, entre otras cosas, cuestionó la visión economicista del lenguaje.

 Ante un Teatro del Libertador colmado, Andruetto dio ayer por la tarde uno de los discursos más importantes en el marco del Cile. 

La sesión plenaria especial a cargo de la escritora cordobesa era muy esperada en el marco de un Congreso que profundizó ciertos ejes de discusión sobre los cuales la escritora tiene posiciones públicamente conocidas. 

Tanto es así que apenas iniciada su ponencia manifestó las dificultades en aceptar la invitación: “Por mis disidencias”, afirmó. 

Con un discurso muy crítico, se refirió a “la amenaza de un lenguaje único para la comunicación”

“Necesitamos diversidad en las lenguas como parte de la diversidad de los ciudadanos”, agregó. 

También se refirió a la ausencia de una mesa o ponencia dedicada al lenguaje inclusivo: “Es asombroso que no se haya realizado una mesa de discusión sobre algo que mueve cimientos sociales”, precisó. 

“Sabemos que las leyes son necesarias para sistematizar la lengua y enseñarla a las siguientes generaciones. Y sabemos también que una lengua está en permanente movimiento, y de no ser por esos movimientos, desvíos, disidencias y transformaciones, estaríamos hoy hablando lenguas romance”, argumentó la ganadora del premio Hans Christian Andersen.

Y a tono con esa argumentación a favor de lo diverso, agregó: “En una lengua cabe un mundo, y en ese mundo caben los disensos y las luchas. Digo esto sabiendo el lugar en el que estoy, deseando que nos y otros, de aquí y de allá podamos volvernos más y más conscientes de que la uniformidad no es el camino para que la lengua siga viva”. 

La escritora cuestionó la poca participación de Córdoba en la definición de los temas del Congreso así como las políticas de control del idioma de la RAE. 

“Pienso así en un congreso que revise su nombre, donde se discutan los beneficios económicos de la enseñanza del castellano en el mundo y donde no se vuelva costumbre traducir en un país el castellano de otro país porque la riqueza de la lengua nuestra no está en la rigidez sino en la posibilidad de aceptar la potencia de lo diverso y de lo múltiple”, precisó. 

Al respecto, el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, quien acompañó a Andruetto durante su discurso, resaltó la libertad con la que se cuestionó a la RAE en muchas de las conferencias y ponencias, incluida esta, la final.

Dos Congresos, una protagonista 

María Teresa Andruetto participó de una apertura y de una sesión de clausura, celebrando la realización de encuentros dispuestos a discutir sobre el lenguaje y sus problemas más acuciantes. Así, el martes 26 de marzo participó en la mesa inaugural del ‘I Encuentro Internacional: Derechos Lingüísticos como Derechos Humanos’, organizado por la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba, que tuvo por objetivo visibilizar problemáticas vinculadas a la lengua y a las políticas lingüísticas, “con la convicción de que el respeto a la variabilidad lingüística constituye un derecho humano inalienable”. 
En dicho encuentro, la escritora cordobesa integró una mesa Homenaje a Osvaldo Bayer, en la que también estuvieron presentes Flavia Dezzutto y Diego Tatián, y que tuvo lugar en el Auditorio Hugo Chávez. 

La galardonada con el Andersen en 2012 tuvo la habilidad de moverse con soltura tanto en el evento oficial como en el foro de discusión, que algunos denominaron ‘Contracile’. Este se dio en forma paralela al Cile, con el propósito de “aportar al debate de la lengua desde una perspectiva latinoamericana, plural e inclusiva”.

Las memorias
Julieta Fantini
Aun sin el balance final oficial entre manos, la realización del Congreso Internacional de la Lengua en Córdoba se tradujo en impresiones signadas de acuerdo a qué tramo se presenció. 

Académicos, adeptos a la lectura, fanáticos de Sabina, curiosos y aficionados vivieron cada uno un congreso distinto. Por otro lado, los asistentes a las actividades paralelas enmarcadas en el Festival de la Palabra, tal vez ni siquiera se enteraron o se llegaron a sentar en el Libertador para presenciar una ponencia. 

Así, la amplitud, diversidad y sobrecarga de actividades hacen que una sola mirada peque de miopía al evaluar el Cile. 

De todas maneras, es posible advertir que sin un antecedente similar en la historia de la Ciudad, el Congreso quedará en la memoria de tantos por haber puesto a disposición debates profundos en torno al lenguaje, en todas sus versiones, que no son otra cosa que la narración de las vidas pasadas, presentes y futuras, manifestadas tanto en un paper académico, un tuit, una canción, una novela clave del siglo pasado, un texto de prensa o un vaticinio sobre lo que la tecnología nos legará. 

En los artículos publicados hoy, PERFIL Córdoba acerca a sus lectores relatos e imágenes de los momentos destacados de estas jornadas en las que la Ciudad habló en interminables variantes del español.