La semana para el radicalismo fue convulsionada en muchos ámbitos. Fundamentalmente, con lo ya conocido en la Unicameral y la polémica ley que regulará las apuestas on line en Córdoba. Y todo esto terminó solapando otro hecho de alto impacto en la política cordobesa que fue la salida de Martín Gill de la secretaría de Obras Públicas de la Nación para volver a la intendencia en Villa María porque, por lo que se produjo a principios de semana, el hombre no contó con el respaldo de los dos intendentes accastellistas para continuar con su trabajo en la órbita nacional. Esto, cabe aclarar, fue absoluta decisión del gobernador Juan Schiaretti; el ministro de Industria provincial, no influyó en la decisión final. Porque, como dicen en el sudeste, había resortes muy por encima de Accastello que se activaron, y son los que aseguran que el propio Schiaretti sonrió cuando se enteró de la jugada que enhebró. Al margen de ello, que ya se conocen, un radical aprovechó la marea de las apuestas on line y recordó (con picardía): “¿no les parece extraño que hayan salido algunos intendentes radicales a pedir por la continuidad de Gill?”, se preguntó y agregó “sobre todo por ‘el Ariel’ (Grich)”, el hombre de Monte de los Guanacos que es uno de los referentes del foro radical. “A mí me contaron –dijo el dirigente- que en Nación pensaron si no era una buena opción pensar en ese despacho para un radical y apuntaron a Ramón (Mestre)”, aunque aclaró: “no quiere decir que haya aceptado ni que el ofrecimiento haya sido oficial”. En fin, más de un radical dice que la posibilidad existió y generó preocupación en Punilla, donde el albertista Carlos Caserio cree que es un despacho que le podría sentar cómodo. “No creo, por qué Alberto les seguiría pagando si no sacaron ni diez votos”, razonó un schiarettista que sabe del sondeo por Mestre.
Para Passerini, ‘cambio’ es una palabra chiquita
La escena se produjo el martes pasado en el estudio de televisión del programa Despertate! que se emite por Telefé. El invitado en el piso con motivo de los 1000 programas era el viceintendente Daniel Passerini, y el hombre del peronismo cordobés hacía un balance de los primeros dos años de gestión del intendente Martín Llaryora. Así fue entonces como, entre algunos detalles de obras, agenda de transporte, la gestión de residuos y los trabajos en los espacios verdes, el propio Passerini dijo que “cuando Martín habla de transformar la ciudad, transformar, no cambiar porque es una palabra chiquita, se refiere a todo esto”. Sin embargo, no fue la única definición picante del hombre que comanda los destinos del Concejo Deliberante. Cuando le consultaron acerca de si está en carrera para la intendencia en 2023, manifestó: “estoy contento y soy feliz siendo viceintendente. En un par de años se verá si compito por la Ciudad. Cierto es que hace años pertenezco a un espacio y un partido político de los que no me moví nunca”, disparó. ¿Teléfono para algunos que quieren correr, pero estuvieron fuera de la estructura del PJ cordobés? Mmm….
La diputada sumó un nuevo apodo
En medio de todo el desbarajuste que tiene el radicalismo en las últimas semanas, hubo un correligionario que se dedicó a divertirse. A mirar por la ventana la interna. Entonces, aprovechó para jugar con unos stickers en los grupos de WhatsApp y dicen que ahí ligaron todos: “hay de (Mario) Negri, de (Rodrigo) De Loredo, de (Ramón) Mestre… ¡no se salvó ninguno!”, contó un radical que mira el grupo pero no aporta mucho. Sin embargo, contó que hubo algo que se originó en el comité virtual y está vinculado a la poco olvidada Gabriela Brouwer de Koning, la diputada que se fue a Disney creyendo que se había terminado el año legislativo y le dejó servida en bandeja la discusión por Bienes Personales al kirchnerismo. “Hay de todo en el grupo, aunque la genialidad de esta semana se la llevó el nuevo apodo de Gaby, la chica de Río Tercero. Le pusieron Gabriela Brouwer de ¡shopping!”, bromeó el radical sobre la diputada y disparó: “algunos se están contagiando del juecismo a la hora de los apodos”.
Para calmar la interna del PJ Capital
Hace semanas venimos contando en esta sección que hay varios popes del peronismo que observan cómo se están peleando algunos en el PJ Capital. Con muchos de ellos haciéndolo con munición gruesa, acusaciones (por ahora en el ámbito de lo privado) y con varios incluso estimulando escraches en contra de los propios compañeros. Con este panorama no fue raro que un veterano dirigente de la Capital lanzara un manto de piedad: “los muchachos están nerviosos, pero esto se empieza a acomodar. Ahora, con los nuevos nombramientos de Martín (Llaryora) en la Municipalidad y mostrándose amplio. Como siempre. Y después con la interna del 2022. Eso va a acomodar todo de manera definitiva”. Dicen que en algunos cruces en la Capital fue enviado a interceder y ordenar (darle verticalismo) el propio ministro de Vinculación, Paulo Cassinerio. “Eso es (Alejandra) Vigo y saben que cuando interviene él la mano viene en serio y de arriba”, dijo el hombre. Además, le pone una ficha al ministro para presidir el PJ Capital: “tiene buena relación con los principales pesos pesados del partido. No sólo con (Alejandra) Vigo. Puede ser un factor de unidad para que no haya esquirlas después de la elección. Aparte, Martín, a diferencia del ‘Gringo’ (Juan Schiaretti) no va a pelear por ese cargo como el gobernador lo hará en la Provincia. Son otros momentos”, dijo el hombre.
Negri observa el presente de De Loredo
El que cuentan que mostró cierto conformismo con la salida de Rodrigo de Loredo del Concejo Deliberante para desembarcar en el Congreso es Juan Negri. El radical contuvo al bloque, a diferencia de lo que ocurre en la Unicameral, retuvo a los juecistas y al PRO; y sabe que, más allá de Juan Pablo Quinteros, no tiene una competencia real en el legislativo municipal para correr en la carrera por la Ciudad 2023. “Juan está tranquilo, observa. Y está esperando ver qué hace Rodrigo. Si De Loredo cree que va a estar arriba para después venir a jugar abajo (por el Congreso y la Ciudad) está equivocado”, dijeron los que conocen al hijo de Negri. Igual, hay deloredistas que creen que Juan “no está a la altura de salir a competir con Rodrigo”, dijo una persona que conoce mucho a los dos.