Dice Celeste Fragueiro que está viviendo un sueño. “¡De no creerlo, la verdad!”, exclama pletórica. Tantas cosas pasaron y le pasaron para poder disfrutar de este presente: lesión, operación, embarazos, retornar, atajar, atajar penales, abrazarse, dar la vuelta olímpica, quedar en la historia.
La Salle Hockey Club se consagró ganador del Campeonato Argentino de Clubes ‘A’ femenino, en Rosario. Y la arquera fue una de las heroínas de la primera vez del ‘tricolor’ ganando el certamen nacional, ya que atajó tres penales en la final.
“Dejar al La Salle en lo más alto a nivel nacional es una alegría inmensa, sobre todo al ver el proceso. Cuando llegué al club teníamos cancha de tierra, peleamos por tener la cancha sintética, anotarnos como club, jugar regionales, nacionales, ir peldaño a peldaño y llegar a esto es increíble. Es algo soñado”, relata la profesora de inglés y catequista en el colegio El Torreón, de Villa Allende.
Fragueiro es mamá, esposa, ama de casa, profesora y arquera: una todo terreno, también en la cancha. Antes, hizo gimnasia artística y algo de handball, hasta que un día, cuando tenía 13 años, una amiga del colegio la invitó a jugar al hockey en el club.
Primero empezó como delantera hasta que un día faltó una arquera. “Fuimos pasando todos por el puesto hasta que me tocó y atajé una y quedé para los sábados. Me decidí y empecé a entrenar como arquera. Es un puesto hermoso pero difícil, no es para cualquiera”, expresa en diálogo con PERFIL CÓRDOBA.
—¿Qué significó para vos este título?
—No me había imaginado jamás que iba a estar presente, que iba a ser parte de esta historia. Yo tuve que dejar en 2010 por una operación de columna, que hizo que me alejara forzosamente del hockey. En 2019 me tocó vivirlo desde la tribuna, alentando a mi tri-
color con piel de pollo y viendo cómo conseguíamos algo inimaginable en otra época. (NdR: ese año ganaron por primera vez el Oficial Damas ‘A’ del hockey cordobés). Salimos campeonas, pero fue muy duro verlo desde afuera, con tantas ganas de estar adentro. Fue un desafío personal, porque me cambiaron mucho las prioridades como mamá, esposa y docente. Entonces, volver y llegar a un título, es algo que no se puede poner en palabras.
Idas y vueltas. Celeste está casada con Nacho desde hace siete años y es mamá de Emi y Bauti, de tres y un año, respectivamente. Dice que ellos fueron la razón para volver al hockey. “Después de la operación en la columna me pareció que mi vida en el hockey había acabado. A fines de 2018 me llamaron del club para decirme que volviera. Creí que era una locura, con clavos en la columna... Pero Nacho me dijo que primero fuera al médico; la respuesta del médico me cambió, porque me dijo que podía hacer lo que quisiera. Y arranqué a jugar en la B y a fin de 2019, Bauti venía en camino. Creí otra vez que terminaba mi vida en las canchas. Pero este año me volvieron a llamar. ‘Te necesitamos’, me dijeron. Otra vez Nacho me animó y una vez que volví fue hermoso”, narra apasionada.
La arquera cuenta que no para de recibir saludos, mensajes y felicitaciones. “Me gustaría parar el tiempo para que nos demos cuenta que realmente esto fue épico. Una alegría construida por tantos y no solo por las jugadoras que jugamos este campeonato”.
- LAS VIRTUDES DE LA SALLE
- Celeste Fragueiro nació el 10 de enero de 1990 en Córdoba Capital y lleva una vida en La Salle. Pasó por diferentes etapas en el club de la que es hincha. Y a la hora de describir las cualidades del plantel campeón explica: “Me encuentro jugando con amigas que siempre estuvieron y con ‘peques’ que fueron alumnas mías en 10a y otras que recién estoy conociendo. Pero todas tenemos en común las ganas de ver al ‘Tricolor’ en lo más alto, que se conozca, que sea competitivo a nivel nacional. Está claro que las cualidades que sobresalen son el compañerismo y la solidaridad dentro del grupo, el aguante y la buena onda que hay. Valoro mucho que las cosas se hablen y haya espacio para que digamos lo que pensamos, desde la más chica a la más grande. Otra cualidad es el optimismo, de esperar lo mejor del otro, de poner la cabeza en modo positivo aún si no nos salen las cosas o si estamos yendo hacia donde no queremos. Algo que se contagia es la energía, el empuje”.