Perfil
CóRDOBA
16 PROCESADOS

Los detalles de la elevación a juicio de la causa de la financiera ilegal CBI

Se trata del núcleo central de la acusación del fiscal Enrique Senestrari contra los socios y otras 11 personas por diversos delitos vinculados.

25_2_2018_suau_finopizarro
EN 2014. Jorge Suau, vicepresidente de CBI Cordubensis S.A., murió en circunstancias dudodas | Fino Pizarro

El último miércoles, el fiscal federal Enrique Senestrari elevó a juicio la parte central de la causa CBI Cordubensis S.A. que estalló tras la muerte de su vicepresidente Jorge Suau, el 14 de febrero de 2014. 

En el requerimiento presentado ante el juez Miguel Hugo Vaca Narvaja, Senestrari incluyó a los cinco socios de la financiera ilegal: Eduardo Daniel Rodrigo, Aldo Hugo Ramírez, Julio César Ahumada, Daniel Arnoldo Tissera y Oscar Américo Altamirano y a otras once personas que desempeñaron diferentes roles en relación a CBI. 

Esta elevación a juicio no incluye otras líneas de investigación que fueron separadas de la parte medular por el juez Vaca Narvaja. En otros expedientes continúa la investigación de Osecac, Bugliotti y Guevara, Banco Nación y Siemens- Municipalidad de Córdoba. 

Los delitos por los que se acusa a los 16 procesados en el requerimiento de elevación a juicio son: 

  • Asociación ilícita. involucra a los socios de la financiera (Rodrigo, Ramírez, Ahumada, Tissera y Altamirano); y también a Darío Onofre Ramonda, Diego Ariel Sarrafián, Miguel Ricardo Vera y José María Núñez. 
  • Intermediación financiera no autorizada. A través de ofrecimientos a clientes de servicios de consultoría financiera, préstamos personales y empresariales, descuentos de cheques (compra de valores a un precio inferior al de su libramiento), caución de cheques en garantía de operaciones financieras y captación de ahorros del público mediante operaciones de depósito a plazo fijo, simulado bajo la figura de contrato de asistencia financiera. Es decir, operaciones para las cuales no estaban autorizados por el Banco Central. También alcanza a los socios, a Ramonda, Vera, Vettorello, Moreno, Di Rienzo, Castro, De los Santos, Divina, Bulchi y Sarrafián. 
  • Evasión impositiva agravada. Habrían generado cuentas bancarias con la finalidad de obtener una mayor rentabilidad económica de la declarada ante Afip, tanto con relación a CBI como a firmas de distintos “clientes”, mediante la generación de cuentas bancarias pertenecientes a terceros donde se efectuaban los depósitos. También habrían utilizado cuentas pertenecientes a personas jurídicas exentas del Impuesto al Cheque como fachada para monetizar valores. 
  • Ley Penal Tributaria. Senestrari solicitó el sobreseimiento por este delito para todos los que habían sido procesados por ocultar el verdadero sujeto obligado. Según pudo saber PERFIL Córdoba, el mismo día de la elevación a juicio llegó la instrucción de la Procuración General de la Nación que actualizó los montos necesarios, fijando un nuevo criterio a todos los fiscales. Por esa razón, esta semana podría modificarse el pedido y rectificarse los sobreseimientos solicitados para sostener la imputación y pedir que también sean elevados a juicio bajo este tipo delictivo. Figuran acá los socios de CBI, Vera, Vettorello, Moreno, Di Rienzo, Castro, De los Santos, Divina y Bulchi. 
  • Infracciones al Régimen Penal Cambiario. A través de la realización de negociaciones de cambio de divisas sin autorización. -E st a fa s a particulares a través de la celebración de contratos de Asistencia Financiera (mutuos). En realidad, eran depósitos a plazo para, supuestamente, aplicarlas al giro normal y ordinario de CBI, en los que convinieron el pago de un interés de entre 24 y 32% anual para operaciones en pesos y un interés del 12% anual para operaciones en dólares. Se estima que fueron cientos los damnificados aunque solo 68 se presentaron ante la Justicia para reclamar dinero depositado y nunca restituido o supuestamente devuelto pero con cheques incobrables. 
  • Lavado de activos de origen delictivo. A través de la administración y puesta en circulación en el mercado bancario y financiero de sumas de dinero originadas en hechos delictivos, como los ya mencionados. También acá figuran los socios y Luis Carlos de los Santos. 

EMPRESAS FANTASMAS, VACIAMIENTO Y CAPTACIÓN DE CLIENTES

Según la acusación del fiscal, además de los miembros de CBI, la lista de responsables por diferentes hechos y con diversos grados de responsabilidad en el primer tramo de esta megacausa, se completa con los siguientes nombres: 

Darío Onofre Ramonda. Titular de Centro Motor S.A., de quien Rodrigo era asesor financiero. Habría aportado capital y habría garantizado obligaciones asumidas por CBI en contratos de asistencia financiera (mutuos) celebrados con determinados clientes, expidiendo recibos de Centro Motor S.A. en garantía de esos contratos con la posibilidad para quien depositaba dinero cobrarlo luego con la entrega de vehículos por ellos comercializados. 

Luis Carlos de los Santos. Habría participado en las maniobras porque era el gerente de la sede de CBI en Rivadavia 126. 

Diego Ariel Sarrafián. Habría aportado cheques y, en la etapa final, habría contribuido al vaciamiento ingresando valores incobrables. 

Miguel Ricardo Vera. Constituyó las sociedades Jotemi S.A. y Halabo S.A. beneficiadas con la exención de impuesto al cheque e ingresos brutos y cuya actividad fue monetizar cheques en el Banco de la Nación Argentina por montos superiores a 800 millones de pesos. Jotemi fue inscripta a nombre de Carina Andrea Moreno y Romina Veronica Moreno y, en la realidad, no desplegó ninguna actividad comercial. En el caso de Halabo S.A. fue registrada a nombre de Paula Andrea Vettorello, Carina Andrea Moreno, Roberto Carlos Di Rienzo y Jorge Osvaldo Castro. 

José María Núñez. Estuvo a cargo del sistema informático contable de CBI y desarrolló un sistema que registraba las operaciones comerciales formales y marginales de la firma, éste último denominado servidor 2 o en negro, que instaló en un domicilio particular para evitar que fuera detectado.

Los mensajes de Jorge Suau

Días antes de la debacle, dos mensajes telefónicos delatan el manejo de Rodrigo y el inminente desmoronamiento de la financiera. Son transcripciones de mensajes enviados por Jorge Suau el 11 de febrero de 2014, poco antes de su muerte. 

A Eduardo Rodrigo: “Para lo que necesites estoy, es importante que armemos un plan y si lo tenes saberlo, abrzo.” 

A Sergio F: “Buendía. Te paso el parte, Eduardo Rodrigo está en la trinchera y quiere atender a toda la gente, se siente con fuerza para resistir, cree que es la vía, yo sigo poniendo la cara con los clientes”.