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CóRDOBA
RAÚL GARZÓN A CARGO DE LAS PROTESTAS

“Mi misión no es evitar una manifestación sino el caos”

El fiscal se refirió a los criterios a la hora de actuar en manifestaciones. Defensa al accionar de la policía y un llamado a los dirigentes sindicales.

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TEXTUAL. “De manera constante, observo el accionar tanto de los manifestantes como el de la policía”. | CEDOC PERFIL

Organizaciones sociales, vecinos autoconvocados, desocupados, empleados municipales, choferes de la UTA, choferes de Aoita, médicos, empleados despedidos de empresas privadas se destacan entre los sectores que salieron a la calle a movilizarse en plena pandemia. Y todos los analistas advierten que la conflictividad social irá en aumento.
Según un relevamiento de la consultora Diagnóstico Político, pese a la cuarentena, en junio se registraron más de 224 piquetes en todo el país.
En Córdoba en el mismo período se realizaron 16 piquetes, enfocados en los conf lictos sindicales del Suoem, la UTA y Aoita.
Ante esta evidente escalada, la Justicia provincial puso en práctica una modalidad ya probada el año pasado: centralizar el monitoreo de las protestas en un solo fiscal.
Para esa tarea fue designado Raúl Garzón, quien asegura que el objetivo es garantizar las protestas, que se cumplan las normas sanitarias y evitar hechos de violencia.
En diálogo con PERFIL CÓRDOBA, Garzón analiza el contexto y los límites de las manifestaciones: “Las protestas sociales son derechos constitucionales que deben ser analizadas según el contexto para entender que el ejercicio de un derecho a protestar tiene límites que está dado por el respeto al derecho de los demás ciudadanos a transitar, a ejercer su actividad comercial, a desplazarse libremente y el derecho a vivir en una sociedad en orden y en paz”.
Garzón, además, asegura que hay un efecto contagio: “Los distintos planteos y las protestas también generan otras protestas que se propagan tanto como el virus”.

—Algunos sectores plantean que hay una lógica de criminalizar las protestas, ¿qué responde a esos cuestionamientos?
—Este fiscal sostiene que no se debe criminalizar la protesta, el manifestante tiene derecho a reclamar, pero no tiene derecho a delinquir ni a perjudicar los derechos de los demás.
En este punto quiero ser categórico, quien criminaliza la protesta es el manifestante que se excede y comete delito, el que agrede, el que rompe, el que lesiona a un policía o a los demás. Porque eso no está contenido en el derecho de protesta.

—¿Las fuerzas policiales tienen en claro cómo actuar en una protesta, tienen alguna orden específica?
—De manera constante, observo el accionar tanto de los manifestantes como el de la policía para que no vayan a excederse en el uso de la fuerza pública. Porque ese monopolio de la fuerza que tiene la policía debe ser ejercido con moderación y con prudencia. En una protesta se deben agotar todos los pasos de negociación y de diálogo. Y solo cuando sea grande y flagrante la comisión de hechos delictivos, recién ahí se puede aplicar o utilizar la fuerza policial pero siempre en términos razonables y proporcionales a la violencia que ejerce el manifestante. Mi mensaje a la policía es que debe ser progresivo en el uso de la fuerza, que tienen que ser prudentes y razonables.

—¿Y la policía está preparada para actuar de manera razonable y prudente?
—Sí, claro que están preparados. Puedo dar fe que la Policía de la Provincia ha actuado en la mayoría de los casos con un compromiso para evitar el uso de la fuerza frente a los manifestantes.
Y, además, quiero puntualizar que, en este contexto de pandemia, los policías están asumiendo riesgos y en las manifestaciones que se produjeron durante la cuarentena, demostró una gran eficacia, porque no hemos tenido que lamentar ninguna represión.
La policía de Córdoba encarna el respeto a los derechos humanos, me hago cargo de esta afirmación porque además es tolerante, no usa su fuerza de manera indiscriminada y arbitraria, y porque además está controlada por este fiscal.

—Uno de los puntos de mayor reclamo son los cortes totales, ¿se está logrando garantizar el famoso corte de media calzada?
—Se avanzó mucho en ese sentido. Ya no tenemos protestas sin ningún tipo de límites que ocurrieron en otros tiempos. Con los cortes de calle siempre se procura conciliar los dos derechos: el de la protesta pero también la de los otros ciudadanos a circular.
Debemos reconocer que a la ciudadanía se le ocasionan muchos perjuicios con las protestas. No tenemos un “protestódromo” donde todos vayan y no causen daños, porque también hay que entender que la protesta para lograr visibilidad se va a realizar donde realmente ocasione una incomodidad y una molestia.
La estrategia que utilizamos es la de acompañar la movilización mientras sea con desplazamiento continuo. En algunas circunstancias hemos tolerado algunos cortes totales cuando van acompañados de un desplazamiento. Lo que no vamos a permitir es un corte total de modo permanente.

Por último Garzón asegura que esta unidad especial a su cargo intenta orientar el curso de una protesta e impedir que se cometan delitos: “Mi misión no es la de evitar una manifestación sino evitar el caos, la violencia y que no se propague la enfermedad. Cómo diría el Presidente de Uruguay Lacalle Pou: Firme con los principios y mansos con las personas”.

“Hago un llamado a observar las normas sanitarias”. Garzón plantea un nuevo escenario y nuevos tiempos de la protesta social por origen y consecuencia de la pandemia: “Estamos frente a un círculo conformado por una crisis sanitaria, una crisis económica y las protestas”.
En ese contexto, el fiscal pide la reflexión de los gremialistas: “Les hago un llamado a la responsabilidad social, además de la protesta, tienen que observar las normas sanitarias. Porque una protesta masiva y en la que no se cumplan con los protocolos de distanciamiento y uso de barbijos puede desembocar en una crisis sanitaria, que lleve a otras decisiones como por ejemplo el retroceso de fase. Y eso a su vez, implica una menor actividad económica y con ello se agrava la crisis y por lo tanto también es muy probable que se vuelva a reclamar. Es absolutamente comprensible y justo que la gente salga a protestar porque perdió el trabajo o no le pagaron su salario, pero si lo hacen de mala manera van a contribuir a que la situación empeore”.

—¿Qué observó en las últimas protestas, se están cumpliendo las normas sanitarias?
—A la hora de protestar, yo diría que en las últimas semanas pude observar una falta de responsabilidad social, he notado un quebrantamiento de las normas sanitarias. Por eso hago un llamado a que nos cuidemos entre todos. Últimamente, dispuse que se actúe siempre que no se respeten las normas. Para que quede claro, acá no se pretende evitar que la gente se manifieste, está garantizado el derecho a protestar. Pero en este contexto de pandemia le diría a quienes manifiestan que cuiden de su derecho a ejercerlo, porque para protestar antes hay que tener salud.