Quienes lo conocen aseguran que si bien los Zoom de los que forma parte son una bocanada de aire fresco por el apoyo que recibe, la imposibilidad de tener un mano a mano para la ‘rosca’ tradicional que desarrolló en más de 30 años de carrera lo está poniendo un poco nervioso.
“Le cuesta concentrarse y está acostumbrado a otra cosa”, dice un cordobés que lo conoce. Emilio Monzó mantiene un bajo perfil y, por ahora, no rompe el silencio. Recién lo hará el fin de semana que viene. Mientras tanto, pasa las horas entre su consultora y las reuniones en las que le va dando forma a un espacio transversal que él mismo reconoce -según pudo reconstruir Perfil Córdoba- “nunca dio resultado en Argentina. Falló siempre porque los extremos se lo llevaron puesto. La avenida del medio es un experimento que no funcionó”.
Sin embargo, esta vez se anima a pensar que sí puede suceder no solo porque la gente está cansada de la grieta (“que le sirve a unos pocos”, dijo hace poco en uno de esos Zoom), sino también porque los políticos ven que no pueden seguir persiguiéndose judicialmente producto de ese posicionamiento en los extremos. Aunque la pandemia se impone, y hasta que no finalice el aislamiento no se avanzará formalmente en la formación del nuevo espacio, desde el entorno de Monzó miran a Córdoba. Y a Schiaretti.
“Nadie habló con el gobernador. Falta para eso”, se encargan de aclarar cerca del expresidente de la Cámara de Diputados que se retiró ovacionado por sus pares en la última sesión del 2019, pero al mismo tiempo advierten que en un espacio político que transite por la famosa avenida del medio no puede faltar el mandatario cordobés.
La ecuación es sencilla: con Schiaretti sienten haber compartido el mismo espacio, aún sin hacerlo formalmente. Y ponen de ejemplo los acuerdos que lograron -junto a Rogelio Frigerio- durante los cuatro años de gobierno de Mauricio Macri.
Ahora bien, Monzó y su gente saben que para avanzar con el gobernador hay que pisar sobre seguro. “Para conversar con Juan tenés que ir con algo concreto. Es una persona que trabaja sobre lo firme, no arriesga tanto y eso se nota en su trayectoria. Obvio que nos simpatiza, nos agrada, tiene todo para ser parte de este espacio y de hecho él está antes que nosotros predicando esto”, aseguran y citan como ejemplo el fallido de Alternativa Federal, donde el gobernador fue una de las piezas importantes hasta que Sergio Massa dinamitó el espacio para pasarse a las filas del Frente de Todos.
No es la única coincidencia que encuentran con Schiaretti. Los monzonistas están convencidos de que su jefe y Schiaretti confluyen en una idea: que Alberto Fernández y Horacio Rodríguez Larreta se acerquen al centro. “Alberto no termina de independizarse de Cristina; y a Horacio le pasa lo mismo con Macri. Los dos juegan al equilibrio, no a la moderación. Es algo bien diferente”, dice una fuente que conoce el pensamiento de ambos y que ponen de manifiesto que en la era post-Covid, la situación se “acomodará”.
La apuesta de Monzó es la que, en su entorno, consideran la más difícil: jugar al centro, porque es un espacio de mayor incertidumbre. “Es una postura riesgosa porque está al medio de dos posturas populistas: una de derecha y una de izquierda, porque simplifican los discursos”, añade la fuente. Y agrega: “El extremo tiene un megáfono mucho más fuerte frente a las posiciones más prudentes de la sociedad”.