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CóRDOBA
ESTUDIOS EN PROFUNDIDAD

“No hay fútbol sin episodios de violencia”

El antropólogo y sociólogo cordobés Nicolás Cabrera investiga esta problemática, tanto en Córdoba como en Latinoamérica.

Nicolas Cabrera
MARCO INVESTIGATIVO. Los intereses de investigación del cordobés abarcan la violencia y seguridad en el deporte. | CEDOC Perfil.

Nicolás Cabrera es antropólogo y sociólogo, becario posdoctoral del Conicet, investigador en el Instituto de Antropología de Córdoba (Idacor - UNC) y docente de la Universidad de Villa María. Desde el 2012 estudia la violencia en el fútbol. Participó hace poco de un equipo de trabajo interdisciplinario de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNC que hizo un estudio para identificar factores que posibilitan las prácticas violentas en este deporte. Actualmente, investiga sobre la violencia en el fútbol a nivel latinoamericano.

—En las últimas semanas, se registraron hechos de violencia en estadios de fútbol de México, Brasil, Países Bajos, Panamá, Francia. ¿Por qué cree que en todo el mundo se repite esto?

—Cada país tiene su particularidad. No es que haya una escalada de violencia general. Aunque sí podemos decir que no hay fútbol sin episodios de violencia. Siempre suelen aparecer países como grandes modelos, Inglaterra por ejemplo, pero cuando lo seguís

de cerca encontrás cientos de casos de violencia, ya sea adentro, como con el racismo y xenofobia, que es violencia, o casos de ultras afuera de los estadios. Se reedita en cada Copa de Europa. Es un punto que hay que remarcar. Ese argumento de que tendríamos que seguir el caso inglés se puede desactivar rápido. No se puede importar un modelo de un país a otra realidad, sería como querer meter un cuadrado dentro de un círculo. Insisto habría que ver cada caso de cada país. En Latinoamérica se puede ver a grandes rasgos, producto de investigaciones, que no se puede hacer una relación mecánica entre la violencia social de un país y
la violencia del fútbol. Se dice que “la violencia en el fútbol es un reflejo de la sociedad”. Es relativo. Las regiones más violentas de América Latina son México y Venezuela y, sacando el caso de hace unos días, tienen muy poca violencia en el fútbol. En 80 años el fútbol mexicano tuvo en muertos, lo mismo que el fútbol argentino en dos años. Hay cuestiones propias de cada fútbol y cada país.

—Más allá de las internas entre facciones, en Córdoba hay como un impasse de violencia dentro de los estadios. ¿Cómo estamos?

—Hubo un desplazamiento de la violencia. En los ’80 y en los ’90 había escenas con mucha violencia dentro de los estadios. Pero a partir de 2000 se empezó a desplazar hacia afuera de los estadios y durante los días que no son de partido. Antes, la violencia también era contra barras de otros equipos y ahora la violencia es con los del mismo equipo. Muchas veces entre facciones de la barra y otros hinchas comunes. Se puede explicar por muchos lados. Hubo medidas efectivas como la instalación de cámaras, ‘Tribuna segura’, que hizo que los hinchas no se pelearan adentro, pero sí resolvieran sus problemas afuera.

—¿Tiene que ver con que no haya hinchas visitantes?

—En parte sí, pero no es causa directa. En otro momento, diversos sociólogos hablan de la “cultura del aguante”. Entonces, ante la ausencia de ese otro hincha con el que rivalizar, encontraron al que tenían enfrente y era del mismo club. Hay una violencia muy intrínseca y por eso se pelean con el del costado.

—¿Es posible el retorno del público visitante?

—El visitante no está del todo prohibido. Se ve en la Copa Argentina y hubo pruebas pilotos. Córdoba tiene muy buenos antecedentes. Este año se jugaron dos clásicos con ambas hinchadas en Córdoba. Esto de que no podemos jugar con las dos hinchadas porque no estamos capacitados no es así, Córdoba está demostrando que se puede.

—En los estadios se observa machismo, xenofobia y homofobia. Al mismo tiempo hay más mujeres en las canchas. ¿Qué análisis se puede hacer de este contraste?

—Es un tema de los más interesantes de los últimos años. Es uno de los cambios más radicales que se están produciendo. El fútbol históricamente ha sido el ambiente más machista y homófobo de nuestra sociedad, lo sigue siendo. Por eso esos cambios se van a dar de manera más lenta que en otros espacios. Pero, evidentemente, las mujeres están ganando terreno y legitimidad. Con otros compañeros de la UNC hicimos una encuesta donde preguntamos a socios de Belgrano si veían más o menos violencia en las canchas y respondían que veían menos y cuando repreguntábamos el porqué, una de las respuestas más recurrentes era la vuelta de la familia a las canchas. La presencia de esa población fue bienvenida y funciona como paliativo de la violencia.

Cabrera

"En Argentina con las barras tenemos una relación paradójica: las criminalizamos pero, por otro lado, les damos poder".

 

"Las barras son más que grupos violentos. Son movimientos sociales, culturales. No es casualidad que haya muchos jóvenes".