Noviembre, el mes que puede definir el futuro de la pandemia en Córdoba

La Provincia de Córdoba atraviesa el momento más duro de la pandemia, con un registro que promedia 2.000 casos diarios (registrados), y picos cercanos a los 2.500. En ese marco, la pregunta que surge es en qué momento pueden comenzar a bajar los casos.

Expertos en matemáticas, encargados de asesorar al Ministerio de Salud de la Provincia en esta materia, explicaron a PERFIL CÓRDOBA que hay indicadores alentadores que marcan una tendencia hacia cierto amesetamiento. Los casos podrían comenzar a descender en la segunda quincena de noviembre.

Sin embargo, advierten una y otra vez que dicha tendencia se toma bajo los parámetros actuales. Es decir, con indicadores que no contemplan otras variables muy importantes como pueden ser nuevas flexibilizaciones o cambios de reglas de juego como pueden ser el ingreso masivo de personas provenientes de otras provincias o turismo sin ningún tipo de control proveniente de países limítrofes.

En esa línea se expresaron la secretaria de Prevención y Promoción de la Salud, Gabriela Barbás, y el ministro Diego Cardozo. En la presentación del reporte epidemiológico del jueves explicaron que desde la acción sanitaria tomada el 28 de septiembre que principalmente limitó la circulación nocturna y generó el cierre de determinadas actividades, se puede observar “una tendencia descendente en la presentación de casos, con una estabilización posterior a nivel provincial”.

El mismo informe indica que, si bien los números aún son altos, se observa un incremento de más del doble de días en el tiempo de duplicación de casos. Hasta el 27 de septiembre era de 8,5 los días transcurridos para que se duplicaran los casos, y ahora deben pasar más de 23 días, tanto en el interior como en Córdoba Capital. Dato que marca una tendencia, pero que habrá que esperar el correr de los días para ver cómo continúa la curva.

Medidas, la clave. Daniel Penazzi es doctor en matemática y se desempeña en Famaf. Según su criterio, el comienzo del descenso de casos dependerá de las medidas que se tomen y de la reacción de la gente. “Esta enfermedad es difícil de calcular porque suele tener explosiones”, explicó. Para Penazzi, ante la imposibilidad, por hartazgo social, de hacer una cuarentena estricta durante algunas semanas, hay dos acciones que son claves de cara al futuro: “No se debe dejar que haya eventos supercontagiadores y por otro lado hay que testear mucho y aislar”.

El Factor R. Un gráfico del Washington Post, viralizado al comienzo de la pandemia, mostraba como una pelotita (virus) golpea personas en movimiento, las cuales se tornan de color rojo en caso de estar infectadas y violetas aquellas recuperadas. En algún momento el gráfico se llena de pelotas rojas (pico de contagio), pero luego con el paso del tiempo esas bolas tornan en violetas (recuperadas), entonces la velocidad de contagio comienza a descender y ‘el pico’ empieza a quedar atrás.

En matemática, la tasa R o factor R, es una fórmula que contempla varios de estos factores.

Los epidemiólogos definen R como el número esperado de contagios que genera un típico individuo infectado. Esta fórmula que mide la potencialidad de contagio de una persona incluye parámetros como la duración de la infección, la oportunidad de contagio, la probabilidad de transmisión, y la susceptibilidad, punto que engloba al contacto del virus con personas que ya adquirieron inmunidad. Penazzi explicó que hay una hipótesis estacional que indica que el R tiende a bajar 0,5 en verano por una cuestión de humedad y temperatura. Pero si ese R está entre 2,5 y 6, valores muy altos, el impacto sería poco perceptible. “Si vos tomás medidas para que el R baje, 1.3 o 1.2, entonces la estacionalidad te bajaría a ese índice a menos de 1 y ahí la curva comenzaría a bajar”, completó Penazzi.

En la Provincia de Córdoba hoy son más de 70 mil casos confirmados, los cuales además cuentan con un subregistro oficial en el interior de un 31%, basado en datos de municipios. Además, está el subregistro de asintomáticos y personas no testeadas por ser contactos estrechos. En este contexto, el mes de noviembre terminará de dilucidar si la curva puede seguir en aumento o los casos son suficientes para empezar a registrar un descenso en la velocidad de contagio.