Mientras buena parte de los agentes económicos siguen mirando cómo se aplica el programa de precios congelados para 1432 ítems hasta el 7 de enero y otra parte empezó a volver a prestar atención al “despertar” del dólar blue, en Córdoba las restricciones para acceder al mercado libre de cambios para pagar importaciones y las trabas en el SIMI siguen generando preocupación.
Las limitaciones para acceder al dólar comercial y contar con divisas para pagar importaciones vencerían el próximo 31 de octubre. Una prórroga complicaría gravemente el frente productivo local. Pero es el escenario que esperan, por caso, en el Centro de Despachantes de Aduanas filial Córdoba.
“Vemos una restricción tremenda para el comercio exterior, por la falta de dólares. Hoy con las nuevas disposiciones del Banco Central no se requiere autorizaciones para pagar importaciones hasta US$ 10 mil, pero una importación mínima para un insumo productivo siempre supera eso. Están trabadas y ralentizadas la SIMI. Y si logras que te autoricen la SIMI el banco no te da los dólares porque te excedes en monto. El tema es que después de eso viene una alteración en los precios, porque no tenés el abastecimiento normal que tenías. Hay muchas empresas que van a la Justicia y logran fallos, pasó con varias textiles que lograron amparos. Pero son dos problemas: SIMi y divisas”, plantea Gabriel Marengo, del Centro de Despachantes de Córdoba.
-¿Qué creen que puede pasar después del 31 de octubre, cuando vence la resolución del Central?
-Se va a renovar, porque no se mejoró en nada la situación de la falta de dólares. Además estamos en el último trimestre del año cuando las liquidaciones de exportación son nulas. Estamos complicados.
Reclamo fierrero. En ese contexto de restricciones, en la semana la Comisión Directiva de la Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba -CIMCC- se unió a las gestiones que llevan adelante la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA) y la Unión Industrial Argentina (UIA), tendientes a “marcar el daño que generan las disposiciones establecidas en la Comunicación A7375 del Banco Central de la República Argentina y la importancia de no prorrogar su aplicación”.
Para esas entidades, las medidas “han entorpecido el desarrollo de las actividades industriales cortando la cadena de suministros; afectando los niveles de actividad; reduciendo los niveles de empleo; frenando las inversiones y generando desconfianza en nuestros proveedores, muchos de los cuales vamos perdiendo a medida que se repiten disposiciones gubernamentales como la mencionada, siempre nocivas para la producción. La Comunicación A7375 del BCRA modificó, en nuestra provisión de insumos, el tope de pago anticipado; suspensión de importaciones fundamentales para el funcionamiento de nuestras plantas y entre otras consecuencias, nuevas restricciones en la operatoria cambiaria que es necesaria para la compra de bienes de capital no fabricados localmente”. Y es en ese plano que la cámaras nacionales y locales solicitar que los alcances de la resolución del Central no se prorrogan más allá del 31 de octubre.