Pese a la oposición que aún mantienen vecinos de la zona, agrupaciones ambientalistas y movimientos sociales el gobierno de la Provincia está decidido a que se avance con la construcción de la Autovía de Punilla para dar una vía de acceso a ese valle. Por eso, la secretaría de Ambiente ya otorgó la licencia de impacto ambiental, lo que le daría luz verde a la empresa Caminos de las Sierras a preparar los requerimientos técnicos para dar forma al llamado a licitación.
El dato fue confirmado por fuentes de la propia empresa que consignaron que, con la licencia de impacto ambiental entregada se procederá a avanzar en aspectos burocráticos y a desarrollar técnicamente el proyecto de ingeniería de la obra.
La obra tiene una traza de 21,7 km y un presupuesto total de US$ 100 millones, de los cuáles US$ 75 millones son aportados por la CAF y los US$ 25 millones restantes por el gobierno de la Provincia. Va desde el final de la Variante Costa Azul hasta cercanías de La Cumbre y retoma la ruta actual, que se desarrollará por el oeste de las localidades.
Un aspecto importante es que no hubo cambios en la traza de la Autovía de Punilla, es decir, es la misma que tuvo se presentó en audiencia pública en mayo. Ese mes, durante 25 días se escucharon argumentos y testimonios a favor y en contra del proyecto. El 90% de las personas que participaron de la audiencia se manifestaron en oposición al proyecto por considerar que afectaría el patrimonio ambiental, social y cultural de la región.
El informe de impacto ambiental que Caminos de las Sierras presentó en la audiencia pública detalla que la autovía incluye un nuevo puente en la embocadura del río Cosquín sobre el lago San Roque, aguas abajo del puente existente sobre dicho río, distribuidores en intersecciones a distinto nivel, un nuevo puente sobre el Río Yuspe y otros elementos hidráulicos necesarios.
“El objetivo del proyecto de Alternativa Ruta 38 tramo Variante Costa Azul-La Cumbre es aumentar la capacidad del corredor y resolver el conflicto que los distintos tipos de tránsito producen a las poblaciones del Valle en sus actividades urbanas”, apunta ese documento.
Tras la audiencia de mayo distintas organizaciones desplegaron otras estrategias para intentar frenar el avance de la obra. En julio, por caso, un grupo de referentes ambientalistas presentó un pedido ante la CAF, el organismo que financia buena parte de la obra, para que frene esa financiación en vista de que la traza de la autovía no respetaría requisitos y estándares socio ambientales que esa entidad exige.
“La respuesta que tuvimos fue que recibieron nuestro petitorio, pero nada más. Estamos a la expectativa de alguna novedad. Nuestra posición, de toda la Asamblea de Punilla es la misma que manifestamos en la audiencia pública. Nos oponemos a la construcción de esa vía que altera el patrimonio y el ambiente. Vamos a tratar de tener algún diálogo con los candidatos, pero si esto avanza la decisión es ir a poner el cuerpo. Corte y bloqueo, por acá no pasarán”, afirmó Medardo Ávila Vázquez, uno de los referentes del espacio que se opone a la autovía.
Cuando se licita. Con la licencia ambiental otorgada la empresa Caminos de las Sierras ya empezó a mover lo necesario para avanzar hacia la licitación. Esa fecha no está definida, pero el horizonte que se analiza es el de los próximos meses.
En una entrevista al medio Revista Vial, el presidente de Caminos de las Sierras, Jorge Alves, había comentado, hace algunos meses, que la licitación de la obra podría estar para marzo de 2022. Ahora, ante la consulta de PERFIL CORDOBA desde la empresa remarcaron que la licitación podría estar incluso antes, este año.
En esa misma entrevista a Alves remarcó que la Autovía de Punilla es una obra clave para la zona y para volver a poner en competencia a todo el Valle: “todos los valles de Córdoba tienen acceso por autovías, menos el valle de Punilla. Mucha gente dejó de elegirlo por eso, por las complicaciones y congestionamiento de tráfico en los accesos. Con esta obra queremos darle competitividad al Valle”. Alves también reconoció que la traza actual “prácticamente no toca bosque nativo” y remarcó que “vamos a dialogar muchos con los pueblos originarios porque hay resabios arqueológicos que hay que conservar y poner en valor y la ruta no puede atacar. Sobre todo, porque los organismos multilaterales de crédito tienen normas muy estrictas al respecto”.