El primero de marzo venció el congelamiento que el gobierno nacional había dispuesto para las subas de las cuotas de los créditos hipotecarios aplicados bajo el sistema UVA. A esa instancia se sumó la finalización del diferimiento que se concretó en abril con lo que venció la posibilidad de trasladar cuotas impagas al final de créditos. Así, los tomadores de créditos UVA empezaron a pagar las cuotas descongeladas más la fórmula de convergencia en marzo y desde este mes dejaron de poder “patear” las cuotas impagas.
Uno de los casos que se conoció esta semana fue el de una pareja de Villa Nueva que, ante la imposibilidad de hacer frente a las cuotas, fueron al Banco Nación de Villa María para negociar una refinanciación. Lograron recaudar fondos para hacer una entrega como parte de la propuesta de renegociación y para cancelar la deuda, no obstante, el Banco decidió rechazar la propuesta de pago y avanzar con la ejecución de la hipoteca y se les notificó que debían pagar el monto total de capital e intereses en un plazo de 5 días. El caso de María Laura Álamo es el segundo en el país, tras uno en la ciudad de Mendoza, también iniciado por el Banco Nación.
“Cuando se inicia la ejecución hipotecaria el banco hace caer el crédito y hay que pagar todo lo que se debe, los montos por los 30 años. Ellos sacaron un crédito de $1,7 millones y hoy deben más de $6 millones. Empezaron con una cuota de $8.000 hace tres años y medio y hoy pagan $32 mil por mes. La cuota se multiplicó por 4 y el salario quedó muy muy rezagado. Lamentablemente vamos a tener muchas familias en esta situación. Ahora las vamos a ver porque durante la pandemia las ejecuciones estuvieron frenadas”, explica Julia Irazoqui, una de las abogadas que patrocina a los hipotecarios UVA.
Se estima que en la provincia de Córdoba se colocaron cerca de 10 mil créditos hipotecarios UVA: “el problema es que en el último año mucha gente perdió su trabajo o no tuvo actualizaciones en los incrementos salariales al ritmo que sí subió la UVA. Hay muchas familias complicadas, empezaron con una relación cuota-ingreso del 25% y hoy ya está por encima del 35% con casos que llegan al 50%. En el caso de esta familia a la que le ejecutan en Villa Nueva la cuota le representa más del 70% de los ingresos”, señaló la abogada.
La estrategia. Hoy la estrategia de los hipotecarios se basa en hacer todo lo posible para evitar una ejecución, instancia a la que se evita llegar porque una vez allí hay pocos elementos para lograr una solución favorable a los tomadores de créditos. Para los casos en los que la ejecución está avanzada la intención es plantear una excepción dentro del DNU vigente planteando que los bancos renegocien la deuda cuando la cuota supere el 35% de los ingresos de los tomadores. En los casos de los deudores que aún no han recibido notificaciones de sus bancos se está buscando avanzar en varios frentes: “tenemos casos de familias en barrio Liceo, en la ciudad de Córdoba, a las que el Banco Hipotecario ni siquiera los recibe. Vamos a pedir por carta documento que les den una audiencia para poder estudiar y resolver esos casos que ya tienen 50% de los ingresos tomados por la cuota. Y vamos a pedir que les acepten una entrega mediante una consignación en la Justicia. Y lo otro es insistir en Defensa del Consumidor contra los bancos para pedirles que evalúen las acciones de refinanciación en aquellos casos en que la cuota supera el 35% de los ingresos”, plantea la abogada.
-¿Se puede avanzar en alguna solución de fondo?
-La solución de fondo es política. Se tiene que modificar o derogar el sistema UVA, modificar la fórmula de indexación que no sea por CER, sino por índice de variación salarial. No hay otra solución porque esto fue una trampa perversa. Ahora tenemos algunos contactos con dirigentes de la oposición para poder evaluar algunas estrategias o estudiar proyectos de ley con miras a encontrar soluciones. Hay que resolverlo porque sino seguimos repitiendo un modelo que expulsa a la clase media a la pobreza.