Involucramos al transporte y particularmente al transporte público masivo en este concepto más amplio que mencio - n a mo s c omo movilidad. En efecto, son muchas las modalidades de desplazamiento de la gente en la ciudad actual; en ocasiones lo hace caminando y en otras recurriendo a medios mecánicos motorizados o no.
De las facilidades o dificultades que tengan los ciudadanos para desplazarse, según lo demanden sus necesidades cotidianas, dependerá el bienestar o las desdichas que la ciudad le provoca. En las grandes ciudades actuales, extendidas hacia entornos metropolitanos, la limitación a las posibilidades de acceder con facilidad y seguridad a los lugares de trabajo, de esparcimiento, a los centros de salud, de educación y comercios, puede someter a sus habitantes a verdaderos padecimientos. Por este motivo hablamos de calidad de vida y del derecho a la movilidad como atribución legítima y fundada de todos los ciudadanos hoy en el mundo desarrollado.
Las ciudades que no ofrezcan espacio amplio y seguro al caminante, sendas apropiadas para los ciclistas, una red vial adecuada, transporte público eficiente y conectividad entre las distintas modalidades, dejando al automóvil particular como casi única posibilidad para movilizarse, están destinadas a una inevitable pérdida de calidad ambiental.
También perderán eficiencia, competitividad y atractivo para la inversión y el turismo. Las ciudades más desarrolladas, aquellas que cautivan al visitante y enorgullecen a los locales, son ciudades tranquilas y amigables. Las que han sido invadidas por el automóvil son molestas e incomodas. Hay una explicación primaria y básica: un automóvil que traslada a una persona, ocupa veinte veces más espacio viario que el transporte público.
Córdoba Metropolitana. Por su condición mediterránea, Córdoba estructuró históricamente su vialidad siguiendo un esquema radial. El desarrollo urbanístico acompañó en gran parte estos corredores configurando una especie de araña cuyo cuerpo se corresponde con el núcleo central y sus miembros se despliegan hacia una extensa geografía. La ciudad antiguamente aislada, siguiendo ese patrón de crecimiento, se vinculó con poblaciones vecinas en un sistema metropolitano polinodal. Urbanísticamente la ciudad actual ya no se corresponde con sus límites administrativos.
Esta configuración demanda vinculaciones anulares para elegir el punto de ingreso sin llegar a las áreas centrales o pericentrales evitando la congestión en los ingresos. Lo demuestra claramente el reciente completamiento de la Av. de Circunvalación con un impacto considerable en el mejoramiento de la movilidad urbana y metropolitana. Procesos similares siguieron muchas ciudades argentinas y latinoamericanas con variantes como aquellas apoyadas en bordes costeros que se conforman como hemiciclos.
Cabe agregar, a esta sintética descripción, la importante extensión de corredores ferroviarios con que cuenta Córdoba que, a semejanza de lo sucedido en gran parte del país, han sufrido un grave proceso de deterioro y decadencia funcional. No obstante, la disponibilidad de dichos espacios lineales, que mantienen un correlato con la configuración vial, debe considerarse un patrimonio de alto potencial.
En este contexto de ciudad regional, con la Capital como nodo principal y un conjunto de aproximadamente cincuenta pueblos y ciudades que conforman el sistema metropolitano, se plantearon desde el Iplam (Instituto de Planificación Área Metropolitana), los lineamientos para una Red de Transporte Polimodal Metropolitana vinculada funcional y operativamente a los sistemas urbanos.
Las troncales se conforman sobre los corredores ferroviarios y buses de tránsito rápido (BRT) en los casos de inexistencia de dicha disponibilidad. A diferencia de lo que acontece actualmente, el sistema metropolitano se opera y se planifica en forma coordinada con el sistema urbano. Para finalizar, una reflexión: no busquemos justificativos en la coyuntura de pandemia y escasez de recursos para no pensar en el futuro.
El futuro que queremos no es el que vendrá solo, es el que tenemos que construir y para esto es necesario desarrollar planes de los que, a su vez, surgirán los proyectos que paso a paso serán realidades según prioridades establecidas y disponibilidades de recursos.
Arquitecto
Director General Iplam
Profesor Emérito UNC