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DANIEL JADUE

Quién es el alcalde chileno que mostró en Córdoba su receta de viviendas y energía populares

Asegura que generó un 80% de ahorro en remedios a las familias. Qué es el proyecto de inmobiliaria comunal y la política de “precio justo”. Opina que “en América Latina hay un cierto desprecio por los gobiernos locales, como si fueran una segunda división de la política”.

Daniel Jadue
DANIEL JADUE. Desde hace 12 años es alcalde de Recoleta, Chile, una localidad de 220.000 habitantes ubicada a 15 minutos de Santiago. | Fino Pizarro

Daniel Jadue (55) es arquitecto, sociólogo y urbanista. Desde el 6 de diciembre de 2012 es el alcalde de Recoleta, un municipio de 220.000 habitantes, ubicado a 15 minutos de Santiago, la capital chilena. El año pasado fue precandidato presidencial en la interna contra el actual presidente de su país, Gabriel Boric, con quien dice no tener diálogo por diferencias generacionales, de experiencia y valores políticos. Viene de una familia de origen palestino y desde muy joven militó en el Partido Comunista.

La novedad de su propuesta radica en un fuerte impulso de los gobiernos locales en la resolución de las necesidades de la ciudadanía. Semanas atrás estuvo en Córdoba para participar del Encuentro de Alcaldes Latinoamericanos.

PERFIL CÓRDOBA lo entrevistó y el diálogo comenzó con su relato sobre la gestión que lleva adelante.

–Llegamos al municipio después de un gobierno de extrema derecha. En la última elección obtuvimos el 65% de respaldo y los dos tercios del concejo comunal. El éxito está en que a las demandas de la ciudadanía las hemos abordado desde una intervención del gobierno local con una forma mucho más agresiva, a la cual nadie se había atrevido. Las farmacias populares venden con utilidad cero, utilizando el poder negociador de compra del Estado para conseguir 80% de ahorro para las familias. Hicimos lo mismo con las ópticas, libros, cultura, discos y terminamos con un proyecto de inmobiliaria popular que ofrece viviendas para arriendo a un precio justo, en el que las familias pagan no más del 25% de su ingreso mensual. Estas políticas, que ponen el foco en abaratar, facilitar, simplificar la vida de las personas han ido escalando hasta convertirse en políticas comunales.

—¿Cómo es posible en los servicios provincializados o que dependen de la Nación?

—La innovación es aumentar la resolutividad del gobierno local. Hacernos cargo. Tenemos la visión de que los estados provinciales, regionales o nacionales tienen una distancia muy grande de la realidad de la ciudadanía. Advierto en América Latina un cierto desprecio por los gobiernos locales, como si fueran una segunda división de la política. Cuando se mira a los partidos políticos, todos cutivos y legislativos y los gobiernos locales son el hermano pobre. Nosotros partimos al revés. Son los más importantes, porque está el contacto directo entre el pueblo y el Estado, donde se puede destruir o construir la confianza con el sistema político. Si las municipalidades mejoran la vida de las personas, su relación será mejor con el Estado. Salvo en los casos en que se ha dado prioridad al gobierno local, hay una desconexión brutal de los ciudadanos con la política.

—¿Se necesita otro modelo de gestión o más recursos?

—Primero se necesita voluntad política. Lo que hicimos en Recoleta no requirió ningún cambio legislativo ni constitucional. Los últimos 30 años gobernó la derecha. Si nunca antes nadie lo hizo fue porque en la ideología neoliberal todo lo debe resolver el mercado. Las cosas no son consideradas derechos esenciales. Cuando sí se las considera derecho esencial de la persona humana es responsabilidad de la autoridad proveer. Ese cambio en la forma de entender la responsabilidad política de un gobierno local hace a la diferencia. Es cierto que hemos aumentado la provisión de recursos, pero con un reordenamiento de las finanzas municipales y estableciendo prioridades; no despilfarrando ni dejando que un peso se vaya a la corrupción. Hay una concepción totalmente distinta. Recoleta tiene certificación ISO 9.000 en los procedimientos municipales y la certificación 37.000 contra el soborno y la corrupción. Todo depende de un mejor uso de recursos municipales y la participación temprana y vinculante de la ciudadanía. Es fundamental el cambio ideológico en la gestión comunal.

—¿Es factible este modelo a mayor escala?

—En Chile tenemos un sistema donde está más fraccionado el espacio político. La comuna más grande tiene 700.000 habitantes y la más pequeña, 100.000. Nosotros tenemos 200.000 habitantes. Manejamos un per cápita de US$ 220. Las comunas ricas tienen un promedio de US$ 1.300 por habitante por año.

—¿Quién usufructúa los servicios comunales a bajo costo?

—Las políticas son necesariamente universales. No estamos con la lógica del Estado subsidiario que asume que los recursos son pocos y las necesidades son muchas. En esa lógica se debe fijar una línea de corte y allí hay mucha gente que se queda afuera y genera que la gente mienta para calzar en el recurso. Nosotros decimos, sin importar el salario que tenga cualquier persona, que pueda comprar medicamentos en Recoleta.

—¿Se puede gobernar un país con este modelo?

—Absolutamente. Cuando uno mira el neoliberalismo ael Estado tendrá menos capacidad para responder. Habrá una gran masa que quedará afuera del mercado. Por eso el futuro demanda, como lo hizo China, una participación preponderante de gobiernos locales con empresas de servicios.

—¿Qué espacios tiene el sector privado?

—Todo lo que no sea estratégico ni comprenda derechos esenciales para una vida digna.

INMOBILIARIA POPULAR

Es un proyecto piloto que se puso en marcha justo antes de la pandemia de coronavirus. Los terrenos del proyecto son propiedad del municipio. El municipio destina el 1% de su presupuesto anual para generar el banco de terrenos comunales. Actualmente hay 38 departamentos. El alquiler que se paga representa el 25% del ingreso declarado de la familia inquilina. Si pierde el ingreso, la cuota será 0. Para el 2022, el proyecto es alcanzar 150 viviendas. Es un plan que incorpora a la clase media porque califican familias con hasta 800 dólares mensuales de ingreso.

Energía popular
ENERGÍA POPULAR. El municipio alquila los techos de las casas de los vecinos para generar energía solar.

FINANZAS, SALUD, EDUCACIÓN Y ENERGÍA

Jadue aportó algunos indicadores representativos de su gestión:

◆ “Hace 10 años recibimos una municipalidad con $ 6.000 millones de deuda y cero patrimonio. Hoy tenemos $ 100.000 millones en patrimonio y solo $ 2.000 millones de deuda”.

◆ “La salud aumentó un 20% la cápita, las familias más pobres ahorran un promedio de 700 dólares al año en gastos médicos”.

◆ El programa de escuelas abiertas consiste en 19 liceos municipales. Tienen actividades hasta las 22 horas, de lunes a domingo. Cuando terminan las clases, operan como centros culturales, deportivos y sedes de la universidad abierta de Recoleta donde docentes dan clases universitarias gratuitas para democratizar el saber y el conocimiento. Actualmente, hay 12.000 alumnos en el sistema municipal. La matrícula pública creció 50%.

◆ Energía popular. El municipio alquila los techos de las casas de los vecinos para generar energía solar. El canon equivale a no pagar electricidad. El empalme queda a nombre del municipio. Los vecinos inyectan a la red interconectada el excedente y la empresa se lo compra al costo de la boleta de energía. Es decir que beneficia a las familias y abarata el costo de electricidad del municipio. El objetivo es llegar a 4.000 viviendas para que el municipio se autoabastezca. Comenzó hace cuatro años, con 46 viviendas. Prevé invertir US$ 1 millón anual para desmercantilizar 300 viviendas por año.