El impacto en el empleo es, seguramente, el costado más frágil y nocivo entre los múltiples efectos que el aislamiento para contener al coronavirus genera en la economía. A menos de un mes del inicio de la cuarentena, el Gobierno nacional la prorrogó hasta el 26 y las tensiones sobre el trabajo comienzan a sentirse en rubros que ya venían muy golpeados. Al respecto, el Foro de Análisis Económico del Comercio y los Servicios de la Cámara de Comercio de Córdoba divulgó un trabajo elaborado por la consultora Economic Trends donde le pone números y grado de intención al daño en el empleo para sectores clave como son el comercio y los servicios. En ese sentido el trabajo identifica a dos principales grupos de actividades afectadas que son aquellas que primero redujeron a cero su operación (hotelería, esparcimiento, agencias y operadores de viaje y gastronomía), donde trabajan 106.964 cordobeses (9.8% del total de trabajadores del comercio y los servicios), y el grupo de actividades que le siguió (las actividades comerciales excluyendo alimentos y bebidas y otros comercios de productos de primera necesidad), donde trabajan 232.546 cordobeses (21.3% del total). Y aporta un dato destacado: un mes de actividad nula de estos rubros implicaría pérdidas de facturación por $ 37.473,5 millones y de valor agregado por $ 23.950,0 millones.
También mal. Un tercer grupo de sectores impactados negativamente está conformado por expendio de combustibles (7.220 trabajadores) y transporte (73.042). Se trata de actividades con impacto negativo por efecto directo de la pandemia, por menor movilización de personas, aunque de menor magnitud que en el caso del primer grupo. Aquí, los puestos de trabajo involucrados son 80.262 (7.4%). Un mes de actividad con caídas del 80% en el caso de los combustibles y del 50% en el caso del transporte implica pérdidas de facturación por $ 9,274.4 millones y de valor agregado por $ 5.152,4 millones. El resto de los servicios, excluyendo los de salud, involucra a 478.409 trabajadores y, perdiendo un 20% de nivel de actividad durante un mes, implicaría pérdidas de facturación por $ 9.022,5 millones y de valor agregado por $ 5.647,2 millones.
PBG y reconfiguración. El reporte señala que la pérdida total de valor agregado por 30 días de cuarentena podría alcanzar los $ 32.482 millones, equivalentes a un 2.2% del PBG provincial anual, sin considerar efectos indirectos sobre otros sectores. “Esto tiene que ver con algo con que venimos trabajando junto a la Cámara de Comercio. Sucede que en general se pone mucho énfasis en el empleo en la industria o la construcción y hay un punto a atender porque el 60% de la economía es comercio y servicios. Esta crisis está pegando fundamentalmente en empresas de negocios y servicios, por eso el impacto en el empleo para esos sectores es tan grande”, apuntó Gastón Utrera, al frente de la consultora. Al margen de esto, para el economista la crisis va a plantear una modificación en las pautas de trabajo de una infinidad de sectores. “Se vienen cambios muy grandes hacia adelante. La hotelería va a tener que repensar su negocio por el perfil de los pasajeros, durante mucho tiempo el viaje corporativo va a bajar sus volúmenes, los encuentros y congresos empresariales serán virtuales, la recreación va a cambiar drásticamente y el comercio mismo va a tener que buscar canales alternativos, se viene una necesaria reconfiguración a futuro de estos sectores”, señaló.
Más de 100 empresas del calzado siguen cerradas
“Nosotros cerramos antes de la cuarentena, porque hacía una semana que venía con facturación 0, me estaba siendo carísimo seguir abierto. Antes de cerrar, en una semana completa facturé lo que puedo facturar en el peor día de la semana. Esa fue la previa en el local comercial, en la fábrica trabajamos hasta el 20 y quedamos cerrados. Un desastre”. Quien comenta su caso es Martín Moreno, titular de la firma Mocassino y vocal de la Cámara del Calzado de Córdoba. Esa cámara concentra a unas 120 empresas que, en promedio, tienen entre 20 y 30 empleados directos y otro tanto indirectos. Es decir, solo en empleos directos esas fábricas dan trabajo a unas 3.000 personas. Respecto de las líneas de ayuda lanzadas Moreno comentó que, en su caso, no gestionó créditos en las entidades bancarias públicas porque no lo reciben al no ser cliente y que la banca privada con la que opera ofrece asistencia, pero con valores más onerosos a lo publicitado. “Somos muchas las empresas y creo que muchas van a quedar en el camino. El crédito del 24%, cuando te suman costos operativos y demás termina siendo del 31%. Y no sé si sacarlo, porque no tengo facturación, ¿cómo lo pago? No hay ningún miembro de la cámara que haya podido sacar un crédito”, aseguró.