A pocos días de conocerse las nuevas restricciones para acceder al dólar ahorro sumadas a las disposiciones del Banco Central que pide a las empresas con deudas superiores al millón de dólares mensuales que refinancien esos compromisos el arco empresarial local está rechazando en forma unánime las nuevas medidas. Para las cámaras privadas que representan tanto a las grandes empresas como a las pymes, el impacto será directo sobre las primeras, afectando la capacidad de endeudamiento y de financiamiento para crecer o generar proyectos de inversión en todo el ecosistema productivo.
A poco de conocerse las medidas del gobierno la agrupación empresaria filo kirchnerista Confederación Empresaria de la República Argentina (Cgera) emitió un comunicado donde afirmaba que las nuevas medidas cambiarias no perjudican a las PYMES. Y señaló que la medida del Central obliga a mirar al mercado interno: “Se está hablando de deudas de empresas de más de 1 millón de dólares mensuales que habría que refinanciar. Yo me pregunto qué PYME tiene una deuda de ese monto en dólares en el exterior cuando no tenemos ese tipo de créditos”, dijo Marcelo Fernández, presidente de CGERA y Vicepresidente 1° de la CGE.
“Esta medida nos pone a las PYMES el desafío de industrializarnos para reavivar la economía, por eso CGERA está trabajando con distintas embajadas del mundo para comprar bienes de capital para industrializar de una vez por todas a la Argentina y en cinco años, duplicar el empleo fabril, con más producción nacional y exportaciones”, amplió Fernández.
Referentes del sector privado remarcaron que, si bien es cierto que las medidas no afectan a las pymes de forma directa, si producen un daño a la hora de programar inversiones, buscar fondos en el exterior o conseguir financiamiento, lo que puede perjudicar a toda el entramado y la cadena de valor alrededor de las grandes empresas.
Muy crítico en ese sentido es Marcelo Olmedo, presidente de la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba (Cacec). “Para ponerlo en su justa medida, la decisión de esta semana no afecta a las pymes de forma directa porque impacta sobre las deudas financieras que sean de más de US$ 1 millón mensuales, pero nos afecta a todos como empresarios y como ciudadanos porque la verdad que es un nuevo palazo al camino de la recuperación económica. No hay ninguna medida, salvo lo que fue el acuerdo con los bonistas, que nos vaya a sacar de esta crisis, sino más bien todas han sido medidas que profundizan la crisis”, afirmó en diálogo con PERFIL CORDOBA.
Y remarca que, mientras en todos los países del mundo el Estado ayuda a las empresas a afrontar estas contingencias graves acá el panorama es el contrario: “Acá es al revés, a las empresas que tendrían fondos para pagar sus deudas el Estado las obliga a defaultear porque no tiene lo que debería tener que son los dólares que debería tener el país. El Estado transfiere sus ineficiencias y mala administración a las empresas que estaban prolijas y habían sacado un crédito. Te dicen que no lo podés pagar y defaulties. Es bestial, las condiciones en las cuáles operamos las empresas argentinas son nefastas”.
Desde la trinchera bursátil y financiera, John Walker, director de Dracma, una de las principales Alyc y sociedad de bolsa local también subraya que esta serie de medidas en forma indirecta afectan mucho a las pymes porque reducirán el volumen y las condiciones para buscar financiamiento, invertir y crecer. “La medida que afecta la deuda corporativa de empresas con el extranjero va a generar muchas dificultades a las grandes para acceder al financiamiento, por ende, eso derrama en la cadena de valor a las pymes. Ya vimos un Riesgo País más alto que implica tasas de interés más altas”, dice.
Para el ejecutivo, estas acciones afectan el clima de negocios y la inversión extranjera y el financiamiento que van a estar muy restringidos. “Los argentinos con dólares fuera del país no los van a traer. El rol del FMI va a imponer un plan económico que todavía no hay y que ese plan económico tienda en el tiempo a la unificación del tipo de cambio, es insostenible convivir con estos tipos de cambio. Estas medidas cortoplacistas van en contra del logro que se alcanzó con la renegociación de la deuda. Creo que hay cuestiones conceptuales a las que el gobierno les escapa. Les da miedo entrar al plano de la libertad económica. El dólar tiene que flotar y ser libre y los agentes del mercado lo negocian y ajustan el precio. Si fuera así ese valor sería más bajo que los $130 que tenemos porque hoy no hay oferta”, afirmó.
Al frente del conglomerado de cámaras pymes que es el C20, Francisco Vaccaro, también cree que estas disposiciones generan mucha incertidumbre, en un contexto donde ya está complicado el abastecimiento para muchas ramas industriales. “Pero lo que más genera incertidumbre es la inestabilidad política, esto da la sensación de que esta gente puede hacer lo que quiera, genera desconfianza permanentemente ¿De qué inversión que necesitamos hablan? No tienen la menor idea de lo que significa generar un puesto laboral. La única solución que tienen es más impuestos, que no digan que esto no afecta a las pymes, aquel que piense que cualquier impuesto no es trasladable al precio de los productos es un ingenuo. Creo que estamos en una situación explosiva y subsistiendo todos los días no tengo la menor idea de que va a pasar el mes que viene. Yo tengo intenciones de invertir, comprar máquinas de afuera y eso, pero hoy tengo todo parado. No tengo deuda en el exterior en dólares porque los mismos proveedores no fían, no es que no me fían a mí, no le fían al país. Hoy no quiero deuda en dólares porque no sabemos cómo los vamos a pagar”, confía.
Volviendo sobre las malas condiciones generadas para desarrollar negocios, Olmedo, de Cacec, vaticina: “Las empresas argentinas que tengan la posibilidad de trasladar sus centros operativos a otros países lo van a hacer, si no hay condiciones para operar en este país. Estamos con circulares del Banco Central que no permiten pagos de importaciones hace dos meses, entonces hay empresas que no se pueden abastecer, otras que no pueden traer maquinaria, el que está con un proyecto de planta industrial, si tiene posibilidad no está pensando en Argentina. No hay ninguna condición para invertir”.
Esperan un duro golpe para las Obligaciones Negociales
El último informe sobre Financiamiento en el mercado de capitales de la Comisión Nacional de Valores reporta que en agosto se colocaron 24 Obligaciones Negociables (18 de ellas bajo el Régimen General, 1 VCP y 5 bajo el Régimen PyME CNV Garantizada) por un monto total de $50.992 millones, representando una variación interanual positiva de 1.891%. De éstas, 13 estuvieron denominadas en pesos argentinos y representaron el 13% del total colocado en el mes. Asimismo, se colocó una denominada en UVAs que significó el 2% de dicho total. Por otro lado, 9 emisiones estuvieron denominadas en dólares estadounidenses pero integradas y pagaderas en pesos –dólar linked- (30% del monto total) y, finalmente, una denominada en dólares estadounidenses y pagadera en la misma moneda (55%).
Así, la emisión acumulada de Obligaciones Negociables durante los ocho meses del año 2020 alcanzó los $297.378 millones, un 139% superior a los $124.626 millones del año pasado. El dato destacado es que las colocaciones internacionales de Obligaciones Negociables representaron un 42% del total financiado a través de este tipo de instrumento en el acumulado del año. El 87% de estas emisiones correspondieron a los canjes de deuda antes referenciados.
Es sobre esas herramientas de financiamiento que las pymes usan para sus planes de mediano plazo donde pueden preverse los mayores problemas. En la city cordobesa ya advierten que la emisión de ON en dólares seguramente se va a restringir mucho a partir de las nuevas condiciones. “Si yo compro una ON en dólares hoy, ¿cómo sé si en uno o dos años cuando venza, el gobierno le va a dejar a la empresa comprar los dólares para pagarme? No me extrañaría ver medidas con las que el Gobierno obligue a inversores institucionales a invertir en la economía real, como fue en 2013, vehículos para dinamizar la inversión real, pero es un paliativo. La inversión fuerte llega cuando hay incentivos. Hoy hay muchas restricciones para las empresas, las empresas van a intentar sobrevivir, pero invirtiendo lo mínimo”, plantea John Walker, de Dracma Sociedad de Bolsa.