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CóRDOBA
El humor al poder

Un Tinder republicano

26-7-2020-Paro
. | CEDOC PERFIL

Aquello de que nadie resiste un archivo es cada vez más cierto, pero ya no está haciendo falta remontarse tan atrás para encontrar contradicciones en el discurso de la clase política. No importan el partido ni la ideología, tenemos dirigentes que hace pocas semanas criticaban la cuarentena y hoy despotrican contra el relajamiento de los controles, funcionarios que prometían mano dura para los infractores y ahora le piden por favor a la gente que al menos no baile arriba de las mesas, opositores que bufaban contra el estado y pasaron a clamar por subsidios; y oficialistas que, después de habernos puesto como ejemplo para el mundo, buscan con desesperación a ver si quedan países a los que les haya ido peor que a nosotros.

“Como siempre, seguimos siendo la reserva moral de esta nación. Raúl Alfonsín, el padre de la democracia, ya pedía médicos en sus discursos hace casi 40 años”, me recordó en un audio un puntero del radicalismo, quien me aclaró sin vueltas: “Están comparando esta crisis con la del 2001 y puede que haya muchas cosas en común. ¡Pero ojo, que esta vez nosotros no tuvimos nada que ver!”. Sin embargo, al rato, una médium peronista me explicó que el coronavirus sería la venganza del Chino Balbín contra la alianza de la UCR con el PRO. “Una cosa es que un adversario despida a un amigo y otra es que el adversario te trate como un amigo con roce y después te despida”, habría manifestado el espíritu del caudillo radical.

En la ciudad de Córdoba, mientras tanto, el conflicto del transporte mantuvo en vilo a los sindicalistas, a los responsables municipales del área y a los medios de comunicación. Los usuarios ni se enteraron porque, después de tantas jornadas sin bondis, ya no pueden distinguir entre la Red Bus y la tarjeta de descuento del súper y no se acuerdan si tenían que tomar un colectivo de Ersa, de Coniferal o de Cooperativa San Alfonso. Hubo algunos que, después de subir a las unidades de Tamse que tienen calefacción y wifi, llegaron a la punta de línea y se volvieron a subir porque estaban más cómodos que en su propia casa.

En el interior, Aoita habría propuesto conmemorar los cien días de duración del conflicto gremial con una salva de apertura de matafuegos, pero el COE habría desestimado la iniciativa alegando que el anhídrido carbónico en estado líquido podría ser propagador del virus. Además de rogar que se zanjen las diferencias y que se establezcan protocolos para que las líneas de media y larga distancia vuelvan a funcionar, ciertas comunas planean declarar ciudadano ilustre al chofer del primer colectivo interurbano que ingrese a la localidad.

En estos días he recibido consultas de clientes que quieren postularse en elecciones que deberían haberse realizado en los últimos meses y que fueron postergadas por razones de fuerza mayor. “Si siguen prorrogando los mandatos, van a tener que declarar hereditarios los cargos”, me dijo uno que hizo la promesa de que no se iba a afeitar hasta que haya comicios y que, por su foto de perfil, vi que tiene la barba más larga que Albus Dumbledore. “Que se vote a través de una aplicación y listo”, sugirió otro que dejó de lado mis servicios de asesoría y contrató como coach a un influencer de Tik Tok.

Y es que, si todas las actividades se han desplazado hacia el terreno virtual, quizás en esta nueva normalidad haya que acostumbrarse a una democracia ejercida de modo remoto. Las listas de los partidos bien podrán ser compartidas como las de Spotify y, en vez del sufragio tradicional, podría adoptarse el like como un voto a favor y, quizás, hasta podría considerarse el “me encanta” como doble. No van a faltar los aguafiestas que digan que un sistema así se prestaría al fraude, pero en Tinder todos mienten y no por eso la plataforma de citas ha dejado de ser un éxito. La analogía, en este caso, es adecuada: en las elecciones, más allá de que te endulcen la oreja, está claro que el único objetivo es… llenar la urna.