El gobierno nacional mira con preocupación el crecimiento de casos diarios de coronavirus, que este último jueves 4 superaron los 12 mil casos. Además, del surgimiento de focos en provincias que tenían controlados los brotes.
En este sentido, no resultó extraño que el titular del Ministerio de Salud de la Nación, Ginés García González afirmara que “la situación está delicada, el avance de la enfermedad es notable, se nacionalizó desde hace tres o cuatro semanas y crece muy fuerte”. En el mismo sentido, García González afirmó que “si no hay una conducta distinta de la gente, esto tiene un mal final”, paras más adelante agregar: “Si esperamos, las consecuencias van a ser mucho peores. Estamos ocupados y preocupados, hay una variable que no podemos controlar, que es la circulación del virus y de la gente. En medida que la circulación siga siendo sostenida y en algunos casos aumentada, naturalmente no hay con qué contrarrestar eso”, insistió.
En relación con la situación que se vive en el país, el presidente Alberto Fernández señaló este miércoles que “No hay cuarentena, no hay que confundir a la gente. Si tuviéramos 160 días de cuarentena real no tendríamos ninguno de los problemas que estamos teniendo, porque son derivados de la mayor circulación y del mayor contacto de la gente entre sí”, dijo en una entrevista en TN.
En cuanto al aumento de contagios y la preocupante ocupación de camas hospitalarias, el mandatario dijo que podría “haber botón rojo” de su parte para hacer que el esfuerzo “no se pierda”. “La cuarentena supone el encierro total de una comunidad y eso no existe, hay mucha gente que se cuida y se queda en su casa y menos mal que es así. Yo estuve en la calle y la gente sale y camina en la Ciudad de Buenos Aires”, dijo Fernández y retieró: “No llevamos 160 días de cuarentena. No hay cuarentena”.
Por su parte, el ministro de salud bonaerense, Daniel Gollan, afirmó que tendrían que haberse “implementado medidas más duras” con los pasajeros que llegaban desde el exterior hasta el aeropuerto internacional de Ezeiza en marzo y abril pasado. “Se podría haber retrasado el proceso (de contagios)”.
A casi seis meses del comienzo del aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia del Covid-19, el funcionario provincial afirmó que: “Uno de los momentos más importantes a rever para atrás es ese primer mes y medio de ingreso de personas que trajeron el virus de afuera”.
Vuelta atrás. El gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, definía anoche los alcances de las restricciones que se implementarán por el crecimiento de casos de coronavirus, y la consecuente menor disponibilidad de camas para atenderlos.
Voceros del Gobierno provincial indicaron a Télam que “se está poniendo todo sobre la mesa”, en alusión a que las medidas atienden no solo a la cuestión sanitaria, “sino que se evalúa el impacto de cada restricción en la actividad económica”.
La principal preocupación es la zona sur de la provincia, con Rosario como epicentro, donde no solo se da el mayor porcentaje de contagios, sino que a la vez es la principal zona industrial del distrito.
“Lo ideal sería volver a Fase 1 de aislamiento para tomar el toro por las astas, al menos por dos semanas, pero sabemos que es ponerle un freno a la actividad en momentos de crisis. Hay que intentar un equilibrio, hacer una combinación entre lo posible y lo deseable”, dijeron desde el gobierno de Santa Fe.
Agencias /C.C.