Para muchos alumnos de quinto año del secundario –y otros, más chicos, que están terminando sexto o séptimo grado de primaria–, es lo más importante del año; eso que esperan con ansias al empezar a cursar. Pero al igual que muchas otras situaciones, la pandemia de coronavirus dejó al menos congelada la ilusión del viaje de egresados. Sin clases presenciales desde el 16 de marzo –y con la incertidumbre en la mayoría de los distritos como denominador común–, la posibilidad de hacer el viaje a Bariloche, Córdoba, Brasil o el destino que cada escuela eligió parece ser cada vez más lejana. Pero según declaraciones de los ministerios de Turismo y de Educación de la Nación, se está trabajando en conjunto con las agencias de viajes y las autoridades turísticas y sanitarias de los destinos para evaluar la posibilidad de realizar parte de esos viajes antes de fines de año.
El ministro de Educación, Nicolás Trotta, dijo: “Estamos trabajando con el ministro de Turismo, Matías Lammens, y en conversación con las cámaras del sector. Para nosotros es fundamental llevar tranquilidad a los 140 mil estudiantes –muchos de los cuales ya han pagado el viaje–, a sus familias y al sector turístico”.
Sin fecha aún. Sobre las fechas posibles, agregó que, “si bien no tenemos la certeza de si podrán realizarlos en septiembre, vamos a tener que encontrar un momento de aquí al año próximo para que, de forma escalonada y sin saturar el mercado interno, las escuelas puedan empezar a celebrar sus viajes de egresados, porque no solo garantiza las fuentes de trabajo del turismo sino porque son un componente central que implica el cierre de 14 años de trayectoria educativa”, agregó. Las agencias de viajes especializadas en turismo estudiantil se reunieron con sus pares de la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo (Faevyt) este miércoles por la noche para tratar el tema. Están preocupados por poder cumplir con las expectativas no solo de los chicos sino también de sus padres, que en muchos casos ya terminaron de pagar las cuotas del viaje para el ciclo 2020. “La gente paga de un año a otro. Nosotros, a su vez, prepagamos los servicios a nuestros proveedores, por lo que los costos de este año están asegurados. Habrá que hacer lo que se pueda con los de 2021”, explicó el empresario turístico Adrián Manzotti a PERFIL. “Lo que vemos que se está cayendo es la cobranza de los viajes de 2021”, detalló. Manzotti explicó que la refinanciación de las cuotas es una realidad que muchas familias solicitan y que se contemplan todos los casos. “Esto es como cuando hubo problemas con la gripe A, o con erupciones de volcanes: corrimos las fechas. Como en este caso no teníamos respuestas, antes de la última fase de la cuarentena obligatoria (N de R: 24 de mayo) definimos postergar los viajes de junio, julio y agosto. Dependíamos de muchos factores: apertura de fronteras, condiciones epidemiológicas, vuelos cancelados. Aseguramos a las familias que, no bien se retomen las clases presenciales en los diferentes distritos (cada provincia está evaluando su propio calendario), los viajes se realizarán entre 15 y 20 días después de retomada esa actividad”.
Condiciones. “Al principio de la cuarentena estábamos bajoneados, hablábamos seguido, pero después nos dejó de preocupar. Nos molesta más el hecho de que sea el último año y no sabemos cuándo volveremos a clase”, dice, resignado, Ignacio Bonnet (17), estudiante del último año de secundario del Colegio María Auxiliadora en Santa Rosa, La Pampa. No es el único. La situación de las empresas es complicada. Producto de la pandemia, en algunas provincias se suspendieron las cuotas para los paquetes de viajes, donde en muchos casos se había adelantado dinero para el pago de distintos servicios (excursiones, hoteles, etc.). “Hace algunas semanas solicitamos créditos a tasa cero que ofrece el Banco de La Pampa, sobre todo para pagar sueldos”, dice un empleado de la empresa Maitén Turismo, de esa misma provincia. Con unos 110 a 140 mil estudiantes secundarios que egresan –que en su mayoría eligen Bariloche, pero también Carlos Paz, en Córdoba, y algunos destinos del exterior, cuya previsión es aún más compleja–, y otros 60 mil egresados de primaria –que van a Córdoba y Tandil como destinos preferidos–, el sector turístico destacó el diálogo con los actores del Estado pero sabe de las preocupaciones que aquejan a las familias que se esfuerzan por cumplir con las cuotas.
“La nieve, que sobre todo eligen los estudiantes de la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, está asegurada en las pistas para principiantes, porque puede hasta fabricarse en forma artificial. En Córdoba, por ejemplo, eligen viajar en diciembre; en Chaco, en octubre. Estamos trabajando para que todos puedan acercarse a tener lo que esperan, pero dependemos de muchos factores”, resaltó el integrante de Faevyt. “Sabemos que las discos son un problema a tener en cuenta; lo hotelero también habrá que revisarlo con protocolos. En la época de la gripe A, cambiaban la ropa de cama todos los días, había alcohol en gel disponible. Esta vez sabemos que habrá que tener en cuenta la cantidad de chicos por habitación, entre otras cuestiones”, agregó. “Nos juntamos con los destinos, los proveedores; estamos haciéndolo bastante seguido. El Ministerio de Turismo primero nos pedía como fecha para retomar el 15 de diciembre, cuando en enero iban a estar contemplados los viajes de las familias. Por eso hablamos de septiembre, pero todo depende de si aparecen las condiciones óptimas para hacerlo”, resaltó. “Desde la empresa nos dijeron en su momento que el viaje se va hacer de todas formas, hay que ver cuándo. Yo me voy a estudiar el año que viene a Córdoba… no sé si haré el viaje. Además, pagué una parte nomás”, se resigna el estudiante Bonne. La definición es tan incierta como el futuro de la pandemia.