CULTURA
Arte y Literatura

Carlos Busqued: homenaje y merchandising

Luego de morir, las ventas de sus libros se dispararon. Ahora, a 5 meses del trágico episodio, un artista plástico lanza una línea de objetos con la imagen del escritor acompañada de frases que lo representan: "estoy cansadita", "esto no está acá" o "estoy drogado".

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El escritor Bob Chow, el artista Sergio Ucedo, y las remeras que se venden en un sitio web. | Cedoc Perfil

“Tengo ganas de que me agarre un ataque forrest gump y salir corriendo hasta perder la conciencia. Y recobrarla en un lugar en el que no conozca a nadie, donde no entienda el idioma”, Julio 30, 2004. Fofolfi, el niño abominable.

“Hablando de mutilación, estoy releyendo Alack Sinner y casi lo mejor de esta serie, que es casi toda brillante: “encuentros y reencuentros”. En el viaje para reencontrarse con su padre (“cada día me parezco más a mi abuelo”, dice Sinner mientras se mira al espejo. “En el medio de nosotros está mi padre, que no se nos parece en nada, y atiende un motel en Bangor, Maine, a no sé cuántos miles de kilómetros de distancia”) consigue un compañero de ruta manco. Le pregunta cómo perdió el brazo, el manco le contesta: “nunca lo encontré, viejo, ¿acaso conocés a alguien que tenga los dos?” Mientras escribo esto es domingo, diez de la mañana. Estoy escuchando Macy Gray. Hay sol, debería lavar algunos pares de medias. Con la ropa que tengo limpia tiro, por esta semana. Debería ponerme a escribir. Yo también ando manco por la vida”, Julio 26, 2004. Fofolfi, el niño abominable.

Estos dos textos, o entradas, se encuentran en borderlinecarlito.blogspot.com, y el seudónimo pertenece a Carlos Busqued, el escritor argentino del que pronto se cumplirán 6 meses de su muerte. Para quienes disfrutaron de su amistad puede que la cifra sea mayor, la intensidad de esta ausencia puede remontarse a cuando comenzó con dicho blog: 27 de enero de 2004. Allí, sin mediar ningún límite, supo desplegar ideas, practicar la escritura, explorar los sustratos de lo que sería una mirada al bies sobre la historia lateral de esta Argentina esquiva. Se trata del anuncio en acto de lo que sería Bajo este sol tremendo, su primera novela llevada al cine, no sin rechazo de su parte por el magro resultado. En sus palabras: “Esos chetos no entendieron nada”.

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A los 50 años, murió el escritor argentino Carlos Busqued

Con la misma sinceridad supo intervenir en las nuevas redes sociales que sepultaron a los blogs, entre ellas Twitter. Zona de combate, no tuvo contemplación en señalar la hipocresía social, la falsedad, la moralina y la farsa. Y lo hizo sin medir palabras, tal vez porque a cierto trayecto como escritor también se adhiere la absoluta falta de paciencia con lo real. Pero el niño abominable tenía una sensibilidad estética admirable y cierto instinto para detectar la falla humana, el siniestro estigma de la mala intención, la del puñal del traidor. Tal resonancia causó rechazo en biempensantes de este lado y del otro de la grieta. En términos de simbolismo cultural: agitó la tranquilidad de la misa en la catedral del estado de normalidad discursiva. La mismísima misa de la derecha liberal concurrente a la conversación en la catedral de Vargas Llosa, por dar una imagen de la contienda.

A menos de un mes de su fallecimiento, comenzó a circular la noticia entre libreros: sus dos libros (el otro, Magnetizado) agotaban las tiradas existentes. Carlos, que era elusivo para hablar de sí, comenzaba el camino de un pequeño suceso de ventas, al menos en un mercado editorial contraído entre la pandemia y la crisis económica. Carlos, que no se consideraba un referente en nada, comenzaba a ser leído. ¿Es así? Desde Perfil consultamos al respecto a Sebastián Lidijover, responsable de prensa de Editorial Anagrama en Argentina: “Las ventas de los libros de Carlos Busqued aumentaron, es verdad. En mi experiencia de librero, es algo que suele suceder. Imagino que será una mezcla de muchas cosas distintas y que una de esas es que las lectoras y lectores que todavía no lo conocían ven las muestras de afecto y todo lo que se escribe y sienten interés por leerlo y conocerlo. Ambos libros de Anagrama, Magnetizado y Bajo este sol tremendo, se reimprimieron justamente por la demanda en librerías.” ¿Esto es síntoma de que Busqued se está convirtiendo en un escritor de culto? O más injusto: ¿su ausencia será de culto?

Trabajaba en un nuevo libro y Lidijover aclara: “Respecto a la novela que estaba escribiendo, él había hablado con Silvia Sesé. Carlos le había comentado que estaba escribiéndola. Por ahora no tengo más noticias sobre eso. Sé que de Anagrama estaban guardando respeto por la familia y que hablarían sobre ese tema cuando fuera el momento”. La expectativa está planteada para los lectores que lo conocen y aquellos que han llegado a su trabajo luego de su muerte. Busqued sigue magnetizado.

Mientras tanto, un amigo personal rinde homenaje de dos maneras. Sergio Ucedo, artista plástico y diseñador, lanzó una línea de objetos con la imagen de Carlos Busqued acompañada de frases que lo representan: “estoy cansadita”, “esto no está acá” o “estoy drogado”. Remeras, kimonos, bolsas para las compras, etc. El conjunto puede apreciarse en: sucedogmailcom.flashcookie.com. La otra manera de evocarlo es la intervención graffitera a través de stencil con la imagen de Busqued. Distintos barrios del conurbano y la ciudad de Buenos Aires cuentan con esas apariciones: el niño abominable mira de frente al espectador ocasional pintado en paredes descascaradas, entre pintadas, en postes de luz, a veces con la frase “esto no está acá”. Para identificar las señales tienen una guía del trabajo de Ucedo en la galería de cafecito.app/tanquestencil/. También tienen el homenaje clásico, el que corresponde: sus libros están en librerías, vayan por ellos, léanlos.