CULTURA

“El manifiesto comunista” es best-seller en Gran Bretaña

En una nueva edición, el clásico de Marx y Engels publicado por primera vez en 1848 vendió 1.700 ejemplares sólo en una semana.

Marx y Engels. El monumento, en construcción (1985), en la Marx-Engels-Platz de Berlín.
| Cedoc

Según el diario británico The Guardian del jueves pasado, una edición de El manifiesto comunista, de Karl Marx y Friedrich Engels, se encuentra entre los libros más vendidos en Gran Bretaña, con 1.700 copias en una semana. Puesto a la venta por Penguin a un precio de 80 peniques (muy barato), el libro en el que los autores llamaban a la rebelión de la clase trabajadora publicado en Londres por primera vez en 1848 forma parte de una colección de ochenta obras clásicas (Little Black Classic) lanzada el 26 de febrero en lengua inglesa para conmemorar el 80 aniversario desde que Sir Allen Lane –editor fundador de Penguin– lanzó la colección de bolsillo a 6 peniques el ejemplar, que tuvo un gran éxito, y se transmitió a otras colecciones como Pelican Books en 1937, Puffin Books en 1940 y el Penguin Classics en 1945.  Además de introducir la alta calidad en rústica de ficción y no ficción para el mercado de masas, Lane fue el responsable de publicar una edición censurada de El amante de Lady Chatterley (1928), de D.H. Lawrence, en conformidad con la ley de publicaciones obscenas de 1959.

Traducido a muchos idiomas, El manifiesto comunista se imprimió por primera vez en alemán como un folleto de 23 páginas y fue encargado a Marx y Engels por el congreso de la Liga Comunista, celebrado en Londres en noviembre de 1847. La versión francesa se conoció por primera vez en París poco antes de la insurrección obrera de 1848. La traducción inglesa, sin embargo, se publicó recién en 1850 en el Red Republican, y en 1871 se editaron en Estados Unidos alrededor de tres o cuatro traducciones diferentes. En 1872 apareció la edición alemana. La primera tirada rusa del Manifiesto (ya del Partido Comunista), traducido por Bakunin, se realizó poco después de 1860, pero luego apareció en Ginebra otra traducción y una tercera, a cargo del filósofo Georgi Plejánov, en la misma ciudad, publicada en 1882. En 1886 hubo una nueva versión francesa, publicada en Le Socialiste, de París, sobre la que se basó en el mismo año la traducción al castellano que apareció en El Socialista de Madrid. Después de varias reimpresiones de traducciones erróneas, en 1888 vio la luz en Inglaterra la primera versión correcta revisada por Engels.   

En el prólogo a la edición alemana de 1872, los autores advertían que el programa del Manifiesto –a la vez teórico y práctico– había quedado parcialmente obsoleto debido al desarrollo de la gran industria y los progresos de la organización política de la clase obrera desde la Comuna de París. También Marx y Engels observaban que los señalamientos que hacían en 1847 acerca de la posición de los comunistas respecto de los partidos opositores, aunque eran exactos en sus líneas generales, se habían convertido en anticuados porque la situación política había cambiado radicalmente y la mayoría de los partidos de la oposición a los que aludían ya no existían. En cualquier caso, los 1.700 ejemplares de la colección Little Black Classic vendidos en una semana en Gran Bretaña hacen sospechar que todavía la idea básica del panfleto de Marx y Engels –la historia social es una lucha entre clases explotadoras y explotadas, entre dominantes y dominadas– continúa seduciendo a muchos.

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