Sería su primera obra en la Argentina, y la inauguración debía realizarse durante el 2012, el año del Bicentenario de la creación de la Bandera en Rosario. Sin embargo, "El Puerto de la Música", obra del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer, sólo figura en el momento en el sitio web creado por la fundación que debe juntar los fondos necesarios para tal obra. Es que la crisis del 2008 y los problemas de financiamiento de la administración socialista de Santa Fe, terminaron postergando el gigantesco proyecto que se lo promocionó como el "teatro Colón del siglo XXI", a metros del río Paraná.
“Al proyectar este teatro para Rosario, en Argentina, mi preocupación fue mantener dos soluciones arquitectónicas que vengo adoptando cuando se trata de un teatro. Primero, garantizar que el espectáculo no se limite sólo a los que están en la platea, sino que también alcance a los de afuera, veinte o treinta mil personas, pudiendo participar del mismo. Solución que debí haber adoptado mucho antes, garantizando al teatro otra importancia.
La otra solución, que no me canso de repetir en todos mis proyectos, consiste en llevar al espectador directamente al foyer y a la sala de espectáculos, lo que evita obligarlo a una circulación más larga e innecesaria", declaró Niemeyer en la presentación de la obra.
La obra sufrió varias demoras internas y externas, como problemas de financiamiento en un contexto de una crisis internacional, problemas con los operadores del puerto rosarino, demoras en las autorizaciones del Ministerio de Planificación de Julio De Vido, sumado a protestas de los gremios que terminaron obstaculizándolo todo. Para el entonces gobernador Hermes Binner, el "Puerto de la Música" y Oscar Niemeyer generarían el efecto Bilbao, como se conoce a la explosión económica del País Vasco en 1997, generada por el desarrollo de industrias creativas y la llegada de cerca de un millón de turistas mensuales, a partir de la construcción del Museo Guggenheim, del canadiense-norteamericano Frank Gehry; las estaciones de subterráneo del británico Norman Foster, y el puente del valenciano Santiago Calatrava, según relató en su momento el diario La Nación.
Pero en mayo pasado, el "Puerto de la Música" sufrió otra postergación. Es que el proyecto no figura entre las prioridades del Gobernador Antonio Bonfatti, y es así como el teatro de los 300 millones de pesos (40 millones para la primera etapa) quedó "para más adelante", según declaró el mandatario santafesino.
Así, quizás una de las últimas obras del aclamado arquitecto de 104 años y que diseñó en su tablero de dibujo ciudades como Brasilia, deberá esperar un poco más, siempre que la burocracia y la economía no lo terminen olvidando.