CULTURA
nuevo libro

“Los yihadistas son un producto de la modernidad”

Slavoj Zizek publica Islam y modernidad. Reflexiones blasfemas, un breve ensayo en el que se cuestiona la reacción occidental ante los atentados contra Charlie Hebdo.

Polémico. Para Slavoj Zizek, las manifestaciones del 11 de enero en París fueron “un espectáculo”.
| Cedoc

En estos días se distribuye en las librerías de lengua castellana el último libro del filósofo esloveno Slavoj Zizek, Islam y modernidad, reflexiones blasfemas, un breve ensayo publicado por Herder, cuya reflexión tiene como punto de partida los atentados del 7 de enero contra Charlie Hebdo y las manifestaciones del 11 de enero, en las que participaron líderes mundiales como Cameron o Netanyahu (lo que Zizek considera irónicamente “un espectáculo”). Según el sitio web de Herder, se trata de un ensayo que “aporta perspectivas novedosas sobre las bases y las paradojas del conflicto entre Occidente e Islam, abordando temas espinosos como los ataques terroristas en París o el papel de la mujer en las dos culturas”,  pero lo “espinoso” del trabajo de Zizek en realidad se refiere menos a esas generalidades que a la situación del orden del mundo occidental atrapado en un deformante juego de espejos respecto del fundamentalismo islámico.

Para Zizek, el ataque terrorista contra Charlie Hebdo logró reconciliar, de un modo orwelliano, “a los revolucionarios del ’68 con su peor enemigo”, la policía, que hasta entonces había sido en Francia objeto constante de burlas y mofas. También cuestiona a los “falsos” izquierdistas que se equivocan cuando califican de “islamofobia” cualquier crítica al Islam, y a los “falsos” fundamentalistas musulmanes que creen en la verdad absoluta y se sienten amenazados por los no creyentes, porque así muestran una “verdadera falta de convicción”. Según este enfoque, tanto unos como otros actualizan el antagonismo que Nietzsche definía como “nihilismo pasivo” –en este caso, el consumismo sin horizonte de Occidente– y “nihilismo activo” –la reacción fundamentalista hacia éste que opone una causa trascendente–. Los yihadistas de Estado Islámico no son “medievales”, como se pretende, sino producto de la modernidad (utilizan internet como medio de propaganda, desplazan sus recursos financieros en las redes del capitalismo globalizado, etc.). La única alternativa que queda es la renovación de la izquierda radical.   

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El ensayo de Zizek prolonga el artículo que publicó en el periódico New Stateman –semanario británico de izquierda– el 10 de enero, unos días después del atentado a Charlie Hebdo. Allí afirmaba que se debían condenar los asesinatos como una agresión a las libertades occidentales, y “sin salvedades ocultas” (en referencia al argumento acerca de que el estilo de la revista humilló a los musulmanes), pero había que pensar más allá.
Y esto sin la “relativización barata” del crimen (que impedía a los occidentales, autores de terribles masacres en el mundo entero, repudiar el atentado) y sin el miedo de muchos “falsos” izquierdistas liberales que, antes de sentirse culpables de “islamofobia”, justificaban la fatwa que condenaba a muerte a Salman Rushdie. A juicio de Zizek, mientras más culpables se sentían los izquierdistas occidentales, más eran acusados por los fundamentalistas musulmanes de hipócritas que tratan de disimular su odio al Islam.

Zizek es doctor en Filosofía e investigador del Instituto de Estudios Sociales de Liubliana, y profesor visitante de la New School for Social Research de Nueva York.