Este jueves murió un mito viviente. Quizá, y como corresponde a un artista de su enorme categoría, más conocido por su obra que por su nombre. Porque si uno comenta que murió Mikis Theodorakis, algunos desprevenidos preguntarán quién es. Pero nadie insistirá en el “¿Quién es?” si se le responde “el compositor de Zorba, el griego”, música que compuso para aquella película de 1964 y que lo hizo universal.
Theodorakis falleció este jueves a los 96 años en Atenas, y con su muerte se va un hombre que atravesó la vida política de su país, más parecido al tercer mundo que a la opulencia europea. Había nacido en la isla de Quíos el 29 de julio de 1925.
Su vocación por la música comenzó cuando era muy joven: empezó a componer a los doce años. Procedente de una familia acomodada, se benefició muy pronto de una enseñanza de calidad que le permitió dar su primer concierto a los 17 años. Su juventud se vio pronto superada por la situación política de Grecia. Eran los años '40 y el país estaba invadido por las tropas del Eje. Theodorakis se unió a la resistencia, lo que le llevó a terminar preso muchas veces.
Tras la guerra, se unió a la lucha contra las fuerzas contrarrevolucionarias que tomaron el poder. Fue torturado y deportado. Tras su liberación, Mikis Theodorakis regresó a Atenas y en 1950 ingresó en el Conservatorio, para dedicarse a su vocación y se licenció en Armonía, Contrapunto y Fuga. Ese mismo año creó su primera obra "Assi Gonia". Cuatro años después, el joven, que acababa de casarse, se fue a estudiar a París. En el Conservatorio de la Ciudad Luz, estudió con Olivier Messiaen y Eugène Bigot, y en 1957 ganó la Medalla de oro en el Festival de Moscú.
Fue una prueba contundente de aquello de "Pinta tu aldea y pintarás el mundo". Después de lograr el reconocimiento de los músicos clásicos, Theodorakis redescubrió la música popular de su país. En 1961 compuso la música de la película Fedra, de Jules Dassin, la antigua tragedia de Eurípides trasladada a la Grecia contemporánea.
La Creta de sus padres se reveló al mundo tres años después con Zorba el griego, para la que compuso el famoso tema y que ganó tres premios de la Academia en 1965. Basil, un joven escritor británico, interpretado por Alan Bates, regresa a la isla para tomar posesión de la finca de su padre. Conoce a Zorba (Anthony Quinn), un griego exuberante que insiste en ser su guía. Los dos hombres, diferentes en todo, se hacen amigos y Zorba se lleva al joven en un torbellino de risas, canciones y bailes. Y un desastre monumental que termina con el mítico baile que convirtió a aquel sirtaki en una de las melodías más conocidas del Siglo XX en todo el mundo.
Lo curioso, es que el Anthony Quinn en una entrevista para televisión, reconoció que a la hora de bailar, se le ocurrió arrastrar la pierna para poder cumplir con la filmanción, ya que tenía un granb problema en la rodilla que no lo dejaba moverser bien. A nadie le importó y esa "coreografía" trascendió todas las fronteras: las del cine, las de Grecia y las del tiempo.
Además de Zorba, el compositor fue el autor de la banda de sonido de la película Z, que su compatriota Costantin Cota- Gavras filmó en 1969,. donde denunciaron las maquinaciones del llamado régimen de los "coroneles" en Grecia. Ese trabajo le costó una nueva deportación y se le autorizó a exiliarse en Francia por la presión internacional. En 1972, dirigió la música de Estado de sitio, del mismo director, que denunciabal la represión de los movimientos revolucionarios en Sudamérica orquestada por la CIA. Fue el autor de la música de Sérpico, película de Sidney Lumet, y musicalizó poemas del Canto General, del Premio Nobel chileno, Pablo Neruda.
Su obra clásica también fue muy importante, Compuso sinfonías, múica de cámara, conciertos para piano, óperas, música para ballet, teatro, cantatas y oratorios.
La participación política de Mikis Theodorakis
Regresó a Grecia tras el fin de la dictadura y fue elegido diputado en 1981, y luego ministro sin cartera entre 1990 y 1992. Aunque más tarde renunció a sus mandatos políticos para dedicarse únicamente a la música, la política nunca estuvo lejos. Cuando estalló la crisis griega en 2010, Mikis Theodorakis se levantó contra la austeridad impuesta por los acreedores del país, la Unión Europea y el FMI. Incluso creó el movimiento ciudadano independiente "Sphita". Con su espíritu militante y resistente, en los últimos años ha hecho campaña contra el acuerdo entre Grecia y Macedonia del Norte sobre el nuevo nombre del país vecino. Fue diputado por el comunismo, pero también se alió a los conservadores de la Nueva Democracia.
Por su militancia, por su compromiso y por su ejemplo, fue propuesto como candidato al Premio Nobel de la Paz en el año 2000. En su memoria, el Parlamento griego realizó un minuto de silencio. En el resto del mundo, bailaremos abrazados a Zorba, recordando su obra con felicidad.