CULTURA
Cumple 78 años

Las seis locuras creativas (y peligrosas) de Werner Herzog

El director alemán cuenta con varias decisiones que pusieron en riesgo su vida y la de su equipo de filmación para lograr una toma o una película soñada. Un repaso por las más disparatadas.

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Werner Herzog | AFP

Werner Herzog es uno de los más prolíficos e interesantes directores de cine del último medio siglo. Creador de clásicos con Fitzcarraldo y Aguirre, la ira de Dios (protagonizadas por Klaus Kinski), tiene infinidad de documentales que reflejan sus obsesiones: los volcanes, la soledad, la locura, la guerra, los límites del ser humano, así podríamos seguir, hasta enumerar toda su obra que abarca más de sesenta largometrahes.

En un libro de conversaciones con Paul Cronin, publicado en castellano como “Herzog por Herzog”, el director que este sábado 5 de septiembre cumple 78 años, da una serie de 24 consejos para directores de cine, que ha sabido usar con creces a lo largo de su vida, haciendo honor al consejo 18: “Cultiva tu propia voz”.

A lo largo de su vida y de su carrera, que como pocos ha unido en un solo camino, el director alemán, nacido en Munich en 1942 ha tomado infinidad de riesgos para su equipo de filmación, pero siempre le puso el cuerpo a esa experiencia, siendo él, el más expuesto. 

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Herzog aborda la soledad, la incomunicación y el poder del dinero en su última película

Así, Herzog ha cometido varias locuras creativas, con la cabeza siempre en otra de sus máximas: “Ese rollo de celuloide virgen que tienes en las manos podría ser el último del mundo: asegúrate de hacer algo impresionante con él”.

Para recordarlo en su cumpleaños, elegimos algunas de sus más delirantes decisiones

La hipnosis

Alan Greenberg fue asistente de dirección de Herzog y publicó un libro, “Cada noche los árboles desaparecen”, para contar su trabajo en la película Corazón de cristal. Pero en uno de los capítulos, Greenberg relata que Herzog filmó También los enanos nacen pequeños con actores no profesionales bajo los efectos de la hipnosis.

El desierto

Su película Fata Morgana, rodada en 1971, consiste en una serie de largos travellings rodados por un camarógrafo desde el techo de una camioneta, que manejó el propio Herzog. Música e imagen conforman una de las películas más poéticas del director, que tiene una sola narración, que relata con su voz el mito maya la creación del mundo. Para una de las escenas que dura apenas dos minutos, el equipo de producción tuvo que alisar dunas del desierto del Sahara durante una semana.  

"Family Romance LLC", lo último de Herzog

El volcán

En 1977, una nota publicada en un diario disparó la idea de filmar un documental. La isla Guadalupe estaba siendo evacuada por el inminente riesgo de una erupción volcánica que la hundiría en el mar según todos los pronósticos. Pero enterado Herzog que había un habitante del lugar que se negaba a ser trasladado, decidió viajar para documentar el desastre natural, que finalmente nunca ocurrió. Quedó como registro “La Soufriere”, una película documental de poco menos de media hora que reflexiona sobre la vida humana, Dios y los castigos divinos.

Zapato hervido

Su protegido Errol Morris estaba filmando una película documental, Gates of heaven. Se cuenta que Herzog vio en Morris a un artista que tenía mucho para decir a través del cine y por eso le prometió: "Si terminás tu película, me como mi zapato". Finalmente, el director cumplió con su promesa y en 1979, en el estreno de Gates of Heaven, Herzog se presentó con su plato cocinado por él mismo, con la asesoría de la chef, Alice Waters y se lo comió. Eso sí, dejó la suela, escudado en que “del pollo tampoco se comen los huesos”.

El barco y la montaña

Fitzcarraldo cuenta la vida de un millonario peruano, Carlos Fermín Fitzcarrald, obsesionado con la ópera, que quería construir un teatro en plena selva. La filmación tuvo que atravesar infinitos problemas, como el cambio de protagonista y la eliminación de un personaje cuando llevaban rodada casi la mitad de las escenas. Pero lo más irracional de su rodaje fue tener que pasar un barco de 320 toneladas de un río a otro por la cima de una colina en medio de la selva peruana, por medio de un complicado sistema de poleas. Y que además, el director no aceptara efectos especiales, así que lo que se ve en la película, es lo que sucedió durante el rodaje, sin maquetas ni trucos. “La conquista de lo inútil”, tituló la hazaña el director en el diario de filmación publicado años después.

De Munich a París, caminando

Finalmente llegamos a la última locura de Herzog, que no fue filmada, pero de la que se conserva el diario que llevó durante la travesía, llamado “Del caminar sobre el hielo”. El director se enteró un día de 1974 que su amiga, la crítica de cine y fundadora de la Filmoteca Francesa, Lotte Eisner, estaba al borde de la muerte en Francia. En un arranque casi místico, Herzog decidió caminar en línea recta desde Munich a París como ofrenda para salvarle la vida. La travesía comenzó el 23 de noviembre y culminó el 14 de diciembre, con los pies destrozados, después de recorrer 684,95 kilómetros en línea recta a través del frío invierno europeo. Misión cumplida, su amiga sobrevivió nueve años y falleció recién en 1983.