Hay algo en los triunfos que se dieron en estos días y que se dieron en los últimos años que excede lo deportivo: se trata de algo más vinculado a lo poético, un David contra Goliat en clave futbolera, el regreso a lo más tierno de la infancia, cuando el equipo de los grandotes perdía contra el de los chiquitos, o el de los ricos perdía contra los pobres. La Copa Argentina, en rigor, es eso: un crisol de resultados inimaginables, imprevistos, que desafían cualquier lógica. En fin: la dinámica de lo impensado.
Lo poético sucede en el campo –por el resultado, por los gestos de algunos futbolistas que juegan el partido de sus carreras, por la emoción de los hinchas–, pero también en el entorno: en el vestuario de San Martín de Formosa, las zapatillas gastadas de los jugadores contrastaban con las impolutas y caras de las de las estrellas de Racing. La imagen no circuló, pero mostraba las enormes diferencias entre futbolistas que luego, en el campo de juego, quedaron reducidas a la nada misma.
Pero lo mejor –o lo noticiable: cuando un humano muerde al perro, no al revés– no sucedió en Racing-San Martín, sino en Florencio Varela y el Estadio Único de San Nicolás. Allí, en una misma tarde, Gimnasia y Esgrima La Plata perdió contra Excursionistas y Newell’s ante Claypole. O mejor dicho: Excursionistas le ganó a Gimnasia y Claypole a Newell’s. El mundo patas para arriba.
Hace dos semanas, el otro batacazo fue el de Central Español, que le ganó a Tigre en el estadio de Deportivo Morón. Tigre, uno de los mejores equipos de la última Liga Profesional, finalista de la Copa de la Liga en 2022, perdía contra un equipo de la Primera D, semiamateur, cuyo presupuesto total es casi lo mismo que el mejor sueldo de Tigre.
De acuerdo a lo que publicó El Gráfico en su sitio web, desde que se reinició la Copa Argentina, en la temporada 2011-2012, en 114 partidos equipos de Primera cayeron, ya sea en tiempo regular o por penales, con otro de una categoría inferior. De hecho, la lista la encabeza Tigre (ocho veces); le siguen Arsenal y Newell’s (7); Unión y Vélez (6).
Racing y San Lorenzo son los grandes que más cayeron contra equipos de otras categorías en esta década. En la última edición, Racing perdió contra Agropecuario en lo que podría ser un motivo de burla histórica: el club de Carlos Casares salió a la cancha con una leyenda en su camiseta: “Gracias papá por hacerme de Racing”. Su fundador y presidente, Bernardo Grobocopatel, es fanático de la Academia y mandó a hacerlo a modo de tributo. Pero fue un bumerán: Agropecuario –como años antes Boca Unidos, Sarmiento de Resistencia o Tristán Suárez– ganó 2 a 1 y generó un sismo en el equipo de Fernando Gago, que pasó de ser la sensación a sentirse humillado.
El año pasado, San Lorenzo cayó ante Racing de Córdoba, que en pocos días enfrentará a River. El Ciclón tiene una racha adversa ante rivales de supuesta menor valía: en 2019 cayó ante Estudiantes de San Luis, en 2018 ante Temperley y en 2017 ante Deportivo Morón. Ese día en la cancha de Lanús era un símbolo de lo que sucede en esta copa: Morón había llevado casi la misma gente que San Lorenzo. Para una hinchada era un partido más. Para la otra, una final del mundo.
Cincos partidos por los 32avos de final
La Copa Argentina dio a conocer ayer la fecha de cinco encuentros correspondientes a los 32avos de final de la edición 2023, en la que destacó la programación de River y San Lorenzo.
Después de los batacazos de estas semanas, el conjunto millonario de Martín Demichelis tendrá su estreno ante Racing de Córdoba, recientemente ascendido a la Primera Nacional, el próximo miércoles 8 de marzo, en horario y estadio a confirmar
Además, ese mismo día, Sarmiento de Junín enfrentará a Chaco For Ever, también de la Segunda División del fútbol argentino y, al igual que el resto de los compromisos, resta definir su hora de inicio y recinto.
Una semana más tarde, el miércoles 15 de marzo, San Lorenzo jugará su partido ante Sarmiento de Resistencia, del Federal A.
Por otra parte, Arsenal de Sarandí jugará con Villa Mitre de Bahía Blanca, del Federal A, y Argentinos Juniors frente a Deportivo Armenio, de la Primera B Metropolitana.