Roma. - La atmósfera en el fútbol italiano ya no es la misma después de la
tragedia de Catania, hace una semana, pero en el terreno nada parece cambiar y el
Inter de Milán
consiguió su decimoquinta victoria consecutiva,
derrotando esta vez a Chievo por 2 a 0 en la vigesimotercera jornada del torneo.
La determinación de jugar a
puertas cerradas en cuatro estadios
(Verona, Bérgamo, Florencia y Messina) sobre 10, por no estar en conformidad con
las nuevas normas en materia de seguridad, apenas acentuó la monotonía de un campeonato en el que
Inter ha dominado casi a voluntad.
El 'Emperador' brasileño
Adriano abrió la cuenta con apenas un minuto de juego, y
el 'matador' argentino Hernán Crespo selló el resultado a los 51. El entrenador
del equipo milanés,
Roberto Mancini, criticó ásperamente la decisión gubernamental de ordenar partidos
a puertas cerradas en determinados estadios.
"Jugar así, sin público, no tiene sentido. Sería mejor hacer como se hace en el
automovilismo: parar y asignar la victoria al que está primero y reanudar las cosas cuando el
problema haya sido resuelto", dijo el estratega.
Quizá
el saldo más importante de la jornada es que no se haya registrado ni un único incidente de
violencia, a pesar de la frustración de los numerosos hinchas que este domingo no pudieron
acceder a las tribunas.
En Florencia, donde
Fiorentina recibió a Udinese, y
Bérgamo, para el partido entre
Atalanta y Lazio, muchos
centenares de 'tifosi' se reunieron en las proximidades de los estadios, y pacíficamente
apoyaron a sus equipos desde la parte exterior de las instalaciones.
En Verona, donde
Chievo recibió a Inter,
200 hinchas del equipo visitante improvisaron un desfile para protestar contra la decisión
gubernamental de condenar a jugar a puertas cerradas en estadios que no garanticen la seguridad del
público. El único incidente que pueda mencionarse
ocurrió en las tribunas del estadio Olímpico de la capital italiana.
Los 'ultras' del AS Roma dieron la espalda y abuchearon el minuto de silencio que precedió
al partido en homenaje al policía muerto en los choques con hinchas de Catania, hace una
semana, pero el gesto fue sepultado por los aplausos del resto de los aficionados presentes.
Dentro de las cuatro líneas del terreno de juego, sin embargo, la jornada no mostró mayores
sorpresas.
El AS Roma, segundo clasificado,
derrotó por 3 a 0 a Parma, un equipo que parece ya condenado al descenso a la
segunda división. El capitán
Franceso Totti abrió la cuenta a los 50 minutos de juego, al tiempo que
Simone Perrota amplió a los 66 y el brasileño
Rodrigo Taddei estableció el 300-0 ya a los 90.
Fue
la victoria número 700 del AS Roma en su propio estadio, al tiempo que
Totti se convirtió en el mayor goleador en actividad en la Serie A italiana, con
139 partidos en 356 partidos.
En el
San Siro de Milán, un estadio que escapó por milímetros ser condenado a ser
escenario de un partido a puerta cerra,
el AC Milán derrotó a Livorno por 2 a 1, en un partido en que el brasileño
Ronaldo ingresó al terreno
en el segundo tiempo, estrenando con los rossoneri.