En Italia, las sospechas por corrupción parecen no llegar nunca a su fin. La fiscalía de Udine está investigando a 21 futbolistas que juegan en el “calcio” por su posible participación en apuestas ilegales y arreglos de partidos. Entre los implicados, hay dos argentinos: Roberto "Pampa" Sosa, que actualmente juega en el Nápoli, y Mauricio Pineda, de Udinese. También hay sospechas sobre Vincenzo Iaquinta, miembro de la selección “azzurra” que se consagró en Alemania 2006.
La Justicia italiana tiene en la mira a varios futbolistas por supuesta participación en apuestas ilegales y arreglo de partidos, según publica hoy el diario La Gazzetta dello Sport. Si son encontrados culpables, los jugadores podrían sufrir fuertes suspensiones por parte de la Federación Italiana de Fútbol.
Uno de los futbolistas involucrados es el "Pampa" Sosa, de 31 años, quien llegó a Italia en 1998, tras haber jugado en Gimnasia y Esgrima La Plata. El periódico aseguró que Sosa habría ganado en el negocio de las apuestas clandestinas un total de 120 mil euros, mientras que Pineda habría obtenido 105 mil.
Entre los implicados hay varios nombres conocidos, como el checo del Milan Mark Jankulowski, el delantero del Udinese Vincenzo Iaquinta, miembro del equipo campeón mundial en Alemania 2006, y el delantero del Palermo David di Michele.
Entre los encuentros que levantaron sospechas está el Reggina-Bolonia de mayo de 2005, que terminó en empate 1-1. Aquella vez, una sola apuesta de 100.000 euros (133.000 dólares) a través de la agencia de apuestas Eurobet reportó unos beneficios de 140.000 euros (186.000 dólares).
La Federación Italiana y organismos como la FIFA y la UEFA prohíben a los jugadores participar en apuestas e introdujeron en noviembre de 2005 una suspensión mínima de 18 meses para los que incumplan la norma.