El goleador festeja. Sabe que es el gran protagonista de la noche. Sus tantos llevaron al Fluminense a la final, y ahí también apareció para convertir el primero. Por eso está exultante. Después de los abrazos, de los saludos, de los besos, se acerca a la tribuna donde deliran los hinchas y se sube al travesaño del arco. Ahí, sentado sobre el caño, canta y celebra el primer título de la historia del club. Y sobre la camiseta verde y roja apoya una bandera argentina, se la pone como una capa y así, como un superhéroe criollo, sigue el festejo. Germán Cano, el más argentino de los campeones.
Exjugador de Lanús, Chacarita y Colón, Cano llegó a Fluminense hace tres años, cuando ya tenía 32. Ahora es parte de la historia del club. Metió goles en los dos partidos de cuartos de final, en las dos semis y, además, uno en la final. Lo de Cano en esta Copa Libertadores es para registrar en los libros de historia. Y con un dato curioso: es hincha de Boca.
“De chico era hincha de Boca y después me fue tirando Lanús por jugar ahí”, reconoció hace unos meses en una entrevista en Radio Mitre. Y contó otra historia: “Tengo recuerdos en mi casa, cuando vivíamos todos juntos. Mi hermano usaba la camiseta de River, yo la de Lanús. Siempre nos peleábamos, porque jugábamos uno contra uno, y como él siempre ganaba yo me enojaba. Pero son peleas entre hermanos, es un lindo recuerdo”. Esa rivalidad familiar que le generó cierto rechazo con River, lo resolvió en la cancha: le convirtió tres goles cuando el Millonario visitó el Maracaná en el partido por la fase de grupos de esta Libertadores.
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Nacido en Lomas de Zamora hace 36 años, Cano se consagró como el goleador de la Copa con 13 tantos y ya es un emblema del Fluminense. Famoso por festejar haciendo una L con sus manos, en homenaje a sus hijos Lorenzo y Leonella, Cano también fue goleador del campeonato brasileño en 2022 con 26 tantos.
El delantero que batió todos los récords para un argentino jugando para un equipo brasileño. Antes había tenido un paso por el fútbol colombiano actuando para Deportivo Pereira, Nacional e Independiente Medellín, además de los mexicanos Pachuca y León.
A Brasil llegó para jugar dos años en Vasco da Gama, donde brilló y ganó el interés de Fluminense, que apostó al proyecto del DT Fernando Diniz, que considera a Cano un jugador de un toque apenas, el último, el más importante.
