Sorprendió a todos cuando con sólo 14 años fue campeona olímpica en los Juegos de Altanta de 1996. Tan chiquita era que hasta subió al podio con un osito de peluche. Pasó mucho tiempo desde aquel entonces para la famosa nadadora estadounidense Amanda Beard. Volvió a ganar una medalla dorada en Atenas 2004, se alejó de las piletas para ser modelo, llegó a posar desnuda para Playboy y ahora está escribiendo sobre su “escalofriante viaje” por el mundo de las drogas, el alcohol y los trastornos alimenticios.