DEPORTES
Beijing 2008

Por qué China y Jamaica tienen éxito deportivo y Argentina no

China tiene una infraestructura única y Jamaica no. Cualquiera de los dos modelos rinde más frutos olímpico que el argentino. Las razones.

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| AFP

Dicen que para el espíritu de los Juegos Olímpicos es tan importante el que gana una medalla de oro como el que salió último en una competencia.

Pero en un mundo tan resultadista uno no puede dejar de preguntarse cómo hacen las grandes potencias, entre las cuales se coló Jamaica con “sus máquinas voladoras”, para lograr deportistas altamente competitivos.

No hace falta aclarar una vez más que la Argentina no tiene la más mínima política de apoyo y formación de deportistas. Se hace lo que se puede con lo que se tiene. Basta un ejemplo: Juan Curuchet y Walter Pérez (ganadores del oro en ciclismo) recibieron de la Secretaría de Deportes una beca de 3115 pesos y 120 mil pesos (menos el 21 por ciento de impuestos) de la empresa Telecom.

Mientras que el español Juan Llaneras (plata en la misma competencia) recibió de la Asociación de Deportes Olímpicos Española 60 mil euros anuales y su actuación en Beijing le reportó 131 mil euros. Entre uno y otro, una Muralla China de separación.

Pero no seamos tan materialistas y veamos el ejemplo de la China ultra-ganadora de medallas de oro. El país asiático tiene 11 centros de entrenamiento de primer nivel.

El primero es el de Duoba, un complejo de entrenamiento en altura (2.365 metros) donde entrenan los nadadores, el equipo de tiro y los atletas de pista y campo. En 20 años se invirtieron allí unos 290 millones de dólares y ocasionalmente también entrenan los de tiro con arco, fútbol, básquetbol, bádminton, voleibol, tenis de mesa, judo, lucha y taekwondo.

En Hongta hay 11 canchas de fútbol, 11 de tenis y 4 locales techados para entrenamientos invernales de bádminton y natación.

Jiangmen es el núcleo del tenis en China, con ocho canchas.

En Jingian hay un complejo que cuenta con una piscina de arena de cuarzo, ideal para mejorar la movilidad y flexibilidad de los atletas.

En Zhangzhou, sólo se habla de voleibol. Sus habitantes son fanáticos y aportaron un yuan cada uno para construir un complejo de cinco millones de la moneda china.

Argentina y Jamaica. Pero no hay que soñar tan alto. La Argentina está lejos de estos complejos como Brasil de ganar una medalla de oro en fútbol. El ejemplo de Jamaica es la contracara de la inversión. Un país mucho más pobre que el nuestro pero con una política de incentivación contundente para los deportes individuales.

Allí comenzaron a prepararse deportivamente con el sistema que empleaba Estados Unidos, pero no desde las universidades, sino en los colegios. El programa empieza en preescolar, con niños de cuatro años que corren en torneos en el Estadio Nacional de Kingston que es el único escenario con pista sintética.

La mayoría entrena en pistas de arena y cada año se realiza un selectivo nacional en el cual los prospectos son llevados a la Universidad Tecnológica, su casa de concentración.

“Identificamos el talento a nivel primario y lo exponemos a las técnicas correctas de entrenamiento y para correr, para empezar a perfeccionar sus aptitudes a temprana edad”, explicó Howard Aris, presidente de la Asociación Jamaiquina de Atletismo Amateur

Comparar a Georgina Bardach o Juan Meolans con Michael Phelps sería un despropósito como no dejar de reconocer que los triunfos que se vienen logrando en básquet, fútbol y hockey se basan en una estructura sostenida por los clubes de barrio, las asociaciones y las federaciones que vienen trabajando hace más de un siglo. Algo que no sucede con los deportistas solitarios argentinos que cada vez que llega un Juego Olímpico argentino se sienten más solos que nunca.

*Especial para Perfil.com.