En pocas horas, en el estadio mundialista de Mar del Plata se agotaron lascabeceras para el
primer superclásico del año.
Hinchas rompieron los vidrios de las boleterías, mientras que otros golpearon a un
revendedor para robarles los ticketes que poseía.
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Cedoc
Con el regreso del fútbol también volvió la violencia. Esta tarde, después de que se anunciara el fin de la entradas populares para el primer River-Boca del año que se jugará el próximo sábado, simpatizantes provocaron algunos desmanes.
La organización puso a la venta algo más de 7.000 populares, además de 500 entradas de menores que se terminaron velozmente. Mientras que la parcialidad xeneize finalizó las localidades pasado el mediodía, los fanáticos millonarios hicieron lo mismo alrededor de las 14.
Las generales se pusieron a la venta desde las 10 de la mañana en el estadio José María Minella, con ocho boletarías abiertas por parcialidad. Al abrirse las ventanillas, del lado de Boca había siete cuadras de cola. Y cuando llegó el mediodía y se colgó el cartel de "no hay más localidades", se produjeron algunos incidentes.
Primero hubo hinchas que rompieron los vidrios y luego un grupo de simpatizantes localizó a un revendedor y después de sacarle las entradas que tenía, le dieron una feroz golpiza.
Para el superclásico del sábado sólo quedan plateas que, calculan los organizadores, se agotarán mañana al mediodía Las ubicaciones para la gente de Boca se pueden conseguir en el club Kimberley (Independencia 3030) entre las 10 y las 21, mientras que los hinchas de River podrán comprar sus asientos en la Liga Marplatense de Fútbol (Colón 3245) entre las 10 y las 20.30. El Coprosede adelantó que no se podrán comprar entradas el día del partido en la cancha.
Los valores de las plateas para este partido aumentaron considerablemente: la descubierta saldrá 60 pesos, la cubierta alta 80, la cubierta baja 90 y los palcos 100.
