Ninguna persona puede cuestionar la importancia fundamental que tiene la agricultura para la vida. De hecho, ha quedado particularmente evidenciado durante los últimos años. En los momentos más oscuros de la pandemia, la única actividad habilitada en las ciudades era el aprovisionamiento de víveres.
Sin embargo, por fuera de las grandes urbes, la producción agrícola-ganadera se encuentra inmersa en un modelo de negocios con cada vez mayores impactos para los suelos, el ambiente y las personas que de él dependen.En todo el territorio nacional se vislumbra un modelo agropecuario que, desde hace tiempo, viene mostrando grandes limitaciones: compactación de los suelos, pérdida de la fertilidad, disminución de la biodiversidad, grandes extensiones de monocultivos de un puñado de especies, expulsión de agricultores y agricultoras, concentración en la tenencia de la tierra, fuerte dependencia de insumos externos, deforestación, emisiones de gases de efecto invernadero. La simplificación de las formas de producción ha acarreado una larga lista de problemáticas de toda índole.
La buena noticia es que hay muchas maneras de hacer agricultura. En ese contexto, la agroecología se posiciona como una de las opciones que puede construir soluciones que beneficien al ambiente y a la sociedad. Con un fuerte arraigo latinoamericano, se la considera una ciencia, un movimiento social y una práctica, de acuerdo con los distintos momentos históricos de su evolución.
Entonces, ¿qué es la agroecología?
La agroecología provee, en síntesis, un abordaje integral de los agroecosistemas, con el entendimiento de que son sistemas complejos, a través de prácticas intensivas en conocimiento. No, no es una mera sustitución de insumos. Implica mirar el conjunto para entender la particularidad y viceversa. Es entender los procesos y las relaciones ecológicas para producir más sustentablemente, con menos impactos negativos ambientales y sociales y, adicionalmente, menos insumos externos.
Si bien podrá parecer algo de los últimos tiempos, este modelo alternativo tiene unos cuantos años de trayectoria. Allá por los años noventa y sobre la base de decenas de años de investigación por parte de diferentes ramas del saber, Miguel Altieri esbozaba cinco principios fundamentales para los sistemas agroecológicos. Luego vinieron los niveles de la transición agroecológica de Gliessman, entre otros. Más recientemente, y con un acervo bibliográfico que crece a pasos agigantados, la FAO consolidó los diez elementos de la agroecología.
La teoría también es acompañada por la práctica y en Argentina (y en todo el mundo) hay cada vez más agricultores y agricultoras que comienzan una transición hacia esta forma de producción de alimentos. No, tampoco es una vuelta a los modos de antaño; es la integración de los conocimientos tradicionales con los científico-técnicos al entender que, además, las condiciones ambientales actuales no son las que solían ser.
Para combatir la crisis climática
En el contexto actual de crisis climática y ambiental resulta, entonces, fundamental abordar una transición hacia un modelo agroecológico que nos permita gozar de alimentos saludables, sin sobrepasar los límites planetarios, y que, complementariamente, se emancipe de las fluctuaciones de los precios de los insumos externos.
A unas pocas semanas de la COP27 que tendrá a la agricultura como uno de los focos temáticos y que se llevará adelante entre el 6 y 18 de noviembre, en Egipto bajo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, es esencial que los Estados del mundo pongan en marcha los mecanismos para luchar contra uno de los desafíos más grandes de nuestros tiempos.
Impulsar una transición agroecológica puede proveer las soluciones para mitigar los efectos del cambio climático y adaptarse a ellos, así como las inequidades que dicho cambio exacerba. En este sentido, para seguir profundizando el podcast “Parte de la solución” trae abordajes y distintas miradas respecto a este modelo de producción de alimentos agroecológicos.
*Jazmín Rocco Predassi, coordinadora de Política Climática en la Fundación Ambiente y Recursos Naturales