ECOLOGíA
Se tratará en Diputados

‘‘El Acuerdo de Escazú puede ser un gran paso para la democracia ambiental’’

Argentina está cada vez más cerca de ser uno de los once países que se necesitan para ratificar el Acuerdo. Entrevista a Nickole Becker, representante del Convenio en el país y fundadora de Jóvenes por el Clima.

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Nicole Becker (18) es la representante para difundir el Acuerdo de Escazú en Argentina. | CEDOC

El Acuerdo de Escazú, que ya obtuvo media sanción en el Senado por unanimidad, está a la espera de aprobarse en Diputados para que Argentina sea el décimo país en ratificar el acuerdo. Sólo falta que un país más ratifique para su entrada en vigencia.  Este miércoles, se tratará en Diputados, en comisiones de Relaciones Exteriores y Recursos Naturales para obtener dictamen para que en los próximos días pueda ya tratarse.

PERFIL entrevistó a la representante del acuerdo en Argentina para difundir el Convenio de Escazú y apoyar su ratificación. Ella es Nicole Becker. Tiene 18 años, estudia Derecho, y es una creadora de Jóvenes por el Clima.  Hace tiempo que viene trabajando sobre el Acuerdo de Escazú en diferentes campañas de Amnistía  Internacional y forma parte de una mesa de trabajo de diferentes organizaciones socioambientales con el objetivo de su ratificación. A través de la iniciativa Champions de Escazú se buscó reconocer a un grupo de 5 jóvenes de América Latina y el Caribe para difundir el tema y Nicole es una de ellas.

Para que el Acuerdo entre en vigor es necesario que  lo ratifiquen o se adhieran 11 Estados. Pero por ahora hay 9 ratificaciones son: Antigua y Barbuda, Bolivia, Ecuador, Guyana, Nicaragua, Panamá, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas y Uruguay, y está próximo a ratificarse en otros países incluyendo Argentina, Colombia, Costa Rica, México y Santa Lucia.  En cuanto a los once Estados restantes, es necesario que estos firmen el Acuerdo antes del 26 de septiembre para que puedan participar en el proceso de toma de decisiones.

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 ‘‘Para que el acuerdo pueda tener impacto y realmente se cumpla va a ser fundamental que más gente lo conozca. Además, todavía hay cosas por decidirse, como cuáles serían las facultades del órgano que se va a encargar de supervisar su efectiva implementación’’, asegura Becker a PERFIL.

 

¿Qué rol tiene la juventud con el Acuerdo?

‘‘Me parecía que la juventud tenía que apropiarse del Acuerdo y que tenía un rol central para su ratificación y efectiva implementación pero que todavía no estaba en nuestra agenda.  A las semanas de aplicar, me avisaron que quedé, y desde ese entonces estuve trabajando no solo para su ratificación en Argentina teniendo reuniones con el ministro de ambiente, Juan Cabandie, y diferentes senadores como Gladys Gonzales y Jorge Taiana, sino también con el resto de la región. Andrés Nápoli, director ejecutivo de FARN  y elegido como representante del público de Escazú viene hace muchos años siguiendo el acuerdo y siempre me ayudó mucho.’’

¿Qué beneficios trae el Acuerdo?

No pienso que el Acuerdo de Escazú sea una solución mágica, pero sí creo que si nos lo apropiamos y lo usamos como herramienta para exigir por nuestros derechos puede ser un gran paso para crear un nuevo paradigma de democracia ambiental más inclusivo y equitativo.  El Acuerdo de Escazú es el primer acuerdo regional que trata la temática ambiental desde la perspectiva de los Derechos Humanos. Busca establecer estándares mínimos para los países de América Latina y el Caribe en materia de derechos de acceso. Según el Principio 10 de la Cumbre de la Tierra de 1992, en el cual se fundamenta el Acuerdo, “el mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de los ciudadanos”. Basándose en este principio el acuerdo busca garantizar a la ciudadanía el acceso a la información, a la participación y a la justicia.

¿Qué sucede con Chile?

Los compañeres  chilenes  están haciendo una campaña increíble  pero su situación es muy complicada, a pesar de que Chile lideró el Acuerdo, ni siquiera lo firmó y Piñera públicamente se opone al acuerdo argumentando que ostenta con la soberanía.

¿Cuáles son los pilares del acuerdo?

1. Acceso a la Información Pública

Cada Parte deberá garantizar el derecho del público de acceder a la información ambiental que está en su poder, bajo su control o custodia, de acuerdo con el principio de máxima publicidad.

Sin información es imposible diseñar políticas públicas efectivas y que se pueda participar del proceso de toma de decisiones.

2.Participación Ciudadana en los procesos de toma de decisiones ambientales

Las personas tienen derecho a participar en los procesos de toma de decisiones, tanto en etapas iniciales, a realizar observaciones y que sus observaciones sean tomadas debidamente en cuenta. Además, tiene derecho a que se le proporcione la información necesaria para participar, tal como el tipo o naturaleza de la decisión, autoridad responsable o el procedimiento previsto para la participación del público.

Los Estados deberán crear los instrumentos para garantizar la participación ciudadana en las políticas susceptibles de modificar el ambiente.

3. Acceso a la Justicia en asuntos ambientales

Los Estados deberán garantizar el derecho de acceso a la Justicia y del debido proceso.

4. Protección de defensores ambientales

Según el Global Witness, en 2019, se cometieron 212 asesinatos contra defensores en todo el mundo, de los cuales 148 fueron en América Latina. Esto nos vuelve la región más peligrosa para militar en el ambientalismo. Cada semana que pasa y no se ratifica el Acuerdo de Escazú, mueren en promedio, cuatro defensores ambientales por enfrentarse a las grandes actividades extractivas y luchar por un presente y un futuro más justo.

Nuestros sistemas actuales cuidan más a quienes destruyen nuestras tierras que a quienes las protegen. Por eso, Escazú  es el primer acuerdo que protege a los activistas ambientales, obligando a los Estados a proteger sus derechos.

¿Qué lo distingue de otros Acuerdos?

El año pasado tuve la oportunidad de ir becada como representante juvenil argentina a la COP25, la cumbre de Naciones Unidas sobre Cambio Climático. El número 25 no es al azar, sino porque es la vigésimo quinta vez que esta cumbre se hace. Lo que se hace en estos 10 días en la cumbre es negociar los acuerdos internacionales relacionados al Cambio Climático. El que más relevancia tiene actualmente es el Acuerdo de París que establece que tenemos que mantenernos muy por debajo de los 2 grados. Sin embargo, el panorama indica que a este ritmo, si EEUU sigue con el proceso de retirada de este Acuerdo,  vamos en camino a los 3,6 a 4 grados de aumento de temperatura lo que implicaría consecuencias muy graves. Esto genera en mi generación una desconfianza a estos acuerdos que suelen terminar siendo incumplido por la mayoría de los Estados. Sin embargo, el Acuerdo de Escazú tiene algo distinto. Fue y sigue siendo impulsado desde la población hacia las dirigencias. Durante el proceso de negociación del Acuerdo la sociedad civil tuvo un rol central, y a diferencia de las negociaciones que suceden en la COP, estos tenían una voz real en el armado del acuerdo. Creo que esto lo hace diferente al resto y nuestro desafío está en que la presión de la sociedad civil siga en pie más que nunca para exigir no sólo la ratificación sino la efectiva implementación. 

AG/MC