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Más de 300 jóvenes se reunieron en Costa Rica en busca de soluciones al cambio climático

Se realizó un encuentro regional de juventudes los días 12, 13 y 14 de septiembre en Cartago, Costa Rica, de cara al gran evento climático ambiental del año, la COP27 en Egipto.

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Más de 300 jóvenes activistas unidos por la acción climática se reunieron en Cartago, Costa Rica. | Gentileza RCOY

Latinoamérica es una de las regiones más vulnerables frente a la crisis climática y, al mismo tiempo, son muchos los que depositan su esperanza en la energía y tenacidad de una juventud despierta. Un encuentro regional de jóvenes haciéndole frente al cambio climático por fin se celebró los días 12, 13 y 14 de septiembre en Cartago, Costa Rica. 

La RCOY (Regional Conference Of Youth por sus siglas en inglés) fue un evento enmarcado en el proceso oficial de la Convención Marco de la Naciones Unidas frente al Cambio Climático (CMNUCC) que pronto celebrará la COP27 en Egipto, Sharm El Sheikh. Durante 3 días se reunieron de manera presencial más de 300 jóvenes de 18 países, y cientos de manera virtual, representando a más de 200 organizaciones que se encuentran en un mapa, con iniciativas vinculadas a la acción climática. 

Somos la generación de la regeneración. Se trata de un concepto que no se quedará en la dialéctica sino que ya fue puesto en acción a través de la lucha colectiva contra la crisis climática. En esta línea, las y los líderes ambientales elaboraron la declaratoria “De la protesta a la propuesta”, un documento regional participativo que llama a accionar a los gobiernos nacionales y a los grandes emisores, con 10 recomendaciones para cada uno. Para que el documento cobre más fuerza, se encuentra activa una campaña de change.org que ya cuenta con más de 40.000 firmas. 

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El documento aborda temáticas que van, en el caso de las recomendaciones para Gobiernos Nacionales, desde participación pública; transición energética; ciudades y transporte; pérdidas y daños; alimentación y agricultura; empoderamiento climático; adaptación; biodiversidad y naturaleza; océanos y zonas costeras; financiamiento e inversión. Mientras que en relación a las recomendaciones para los Grandes Emisores, la declaratoria desarrolla puntos como la carbono neutralidad; financiamiento; transparencia; tecnologías y conocimientos; deuda ecológica y financiera; impuestos verdes y mercados de carbono; transición económica; articulación público-privada; concientización; y empleos verdes, azules y emprendimientos de triple impacto. A su vez, todas estas temáticas contemplan ejes transversales como igualdad de género, derechos humanos, poblaciones vulnerabilizadas; personas con discapacidad; diversidad sexual; pueblos originarios; entre otras.

La agenda del evento

El lunes 12, en la ceremonia de apertura, participaron 20 oradores distintos, que alzaron sus voces en nombre de la justicia climática. Las palabras de bienvenida de la Coordinación Regional estuvieron a cargo de los cinco referentes de las organizaciones: Nasha Cuvellier por Sustentabilidad sin Fronteras; María Aguilar por Eco House Global; Patsy Contardo por Uno.Cinco; Adrián Martínez por La Ruta del Clima; y Natalia Gómez por la Red de Juventudes y Cambio Climático de Costa Rica. 

Una de las figuras más destacadas de la RCOY fue sin lugar a dudas el ex presidente de Uruguay, José Pepe Mujica. El político brindó una perspectiva profunda y emotiva, fiel a su estilo, sobre la situación actual de la sociedad mundial. “La ambición que hay detrás [de nuestra civilización] nos ha condenado a que nuestros procesos degraden permanentemente este barquito, nuestro planeta Tierra, por el cual navegamos. Y corremos el riesgo ahora, por exceso de despilfarro, de transformarlo en un gigantesco sartén para freír muchas formas de vida, entre las cuales está la nuestra”, expresó. “De seguir como estamos caminamos a un holocausto ecológico, pero el problema ecológico tiene una base: el tipo de civilización depredadora que hemos desarrollado, donde los valores económicos están por encima de todo”, continuó Mujica.

Un símbolo, una canción y un territorio de acción 

Además del documento, surgieron otros elementos dignos de todo movimiento. Como símbolo surgió la trenza de tres colores verde por lo ambiental, celeste por lo social y naranja por la economía. Este símbolo pone de manifiesto que todos los activistas climáticos consideran al menos las tres cuestiones a la hora de plantear soluciones. 

Desde la coordinación de la RCOY se inició una búsqueda de artistas que quisieran colaborar en la co-construcción de una canción que pudiera representar al movimiento, sus deseos, sueños, objetivos y vivencias. Así fue como se armó un grupo de trabajo que se contactó con innumerables artistas y se recibió la respuesta positiva de Maf e Tulá, cantante costarricense. La canción titulada “Regeneración” ya está disponible en spotify. 

El territorio en común es la región latinoamericana, donde las organizaciones se encuentran liderando iniciativas de impacto que también forman parte de un mapa que se puede consultar. En este territorio, los problemas son comunes y más similares de los que muchos creían antes del encuentro y, al mismo tiempo, las soluciones son mucho más fáciles de compartir que en una colaboración norte global - sur global. 

Todos los que estuvimos ahí sentimos que se plantó una semilla de unión que tenemos la confianza que sólo va a crecer, con los activismos y con las acciones.

Nasha Cuvelier es Co-Fundadora de Sustentabilidad Sin Fronteras y Parte del equipo organizador RCOY Latinoamérica 2022 

 

Un pequeño testimonio 

Raquel Dayuma: Llevo varios meses preguntanme quién soy y lo que quiero ser. Oficialmente me expulsaron de mi centro espiritual con la vieja confiable, indiferencia, evasión y pasivo agresividad desde el altar, tuve que reconocer que ya no soy bien recibida y recoger mis cosas. Marcharme. En el activismo no sabía si me querían a mí en sus espacios o solo querían a alguien con discapacidad para ganar unos cuántos dólares de financiamiento. A pesar de lo mucho que trabajo en el activismo y las horas de esfuerzo en diseño, investigación y preparación de cada post activistas con menos formación y seguidores (porque al parecer lo segundo importa mucho) son invitadas a todo. Pero parece que a mí ni me perciben. Y dentro de este mar de preguntas, cuando me detenía a reflexionar en si valía la pena algo de lo que estoy haciendo, cuando en nada de lo que amo parezco ser más que un número, @sara.cognuck nos invitó a @be.gordonoz y a mí a formar parte de la @rcoylatam en nombre de @metaplaneta.iidi Y por primera vez, en mi largo camino de 5 años en los derechos humanos, formé parte activa de un espacio que no creé yo. Sara se tomó como meta personal que Daniela y yo pudiéramos estar cómodas y tranquilas ahí y lo logró. Dimos un taller sobre discapacidad, accesibilidad y el medio ambiente y, para nuestra sorpresa, hubieron participantes que además tenían interés genuino en formar parte del cambio. La foto es la evidencia suprema de la empatía que me abrazó durante cada segundo, a diferencia de lo que pueden imaginar todes y cada une se acomodó en silencio en su lugar, nadie gritó ni canto, hablamos bajito y nos acomodamos lo menos apilades posible para que yo, una única mujer autista en medio de un mar de gente, pudiera formar parte de la foto. Estuve en ella, sonreí, aparecí. Y por primera vez en mi vida existí, tal y como soy, autista y pequeñita, sin fingir ni sufrir para formar parte. YO ESTOY AHÍ. YO EXISTO. Y agradezco infinitamente a cada participante, a @uniceflac, a la @rcoylatam y a @sara.cognuck por hacerlo posible. Por primera vez en una vida, en 20 años, no fui un problema, fui un aporte y lo que decía tenía un valor. Gracias, por tanto.