El compost una práctica sencilla con múltiples beneficios: se trata de un proceso natural que permite transformar los residuos orgánicos en tierra fértil para tus plantas. Como plus, te proporciona el mejor fertilizante natural que podés conseguir: el lixiviado. Y se puede lograr en tan sólo cinco pasos.
En un tiempo promedio de dos a tres meses, mediante condiciones controladas de temperatura, humedad y oxigenación podés recuperar parte de lo que desechás diariamente, tal y como lo hace la naturaleza. Solo necesitás tener en cuenta algunos puntos básicos:
- Lugar
Podés comenzar a compostar directamente en un pozo en tierra o mediante una compostera hecha a base de materiales reutilizados como baldes de pintura bien higienizados o un cajón de madera. En caso de hacerlo mediante una compostera, ubicala al resguardo de lluvias intensas o demasiada temperatura. También prevé utilizar un recipiente que cuente con perforaciones en la base para que filtre el líquido que se desprende del proceso.
- Composición
A grandes rasgos el compost debe estar compuesto por un 50% de material orgánico y un 50% de material seco y tierra. Para asegurarte que las proporciones sean las indicadas, desde Eco House recomendamos comenzar a compostar mediante la técnica de capas. Se trata de colocar los elementos siguiendo cierto orden: residuos orgánicos + material seco + tierra. Este proceso se repite cuantas veces sea necesario hasta completar el recipiente que utilices para tal fin. ¡Dato!: la utilización de tierra entre capa y capa es fundamental para que sirva de sostén de los nutrientes que brinda la materia orgánica a la vez que aporta otros microorganismos descomponedores como bacterias y hongos.
- Compostables/ no compostables
A la hora de comenzar es necesario saber qué puedo depositar en mi compostera y qué no. Aunque la gran mayoría de los residuos orgánicos son potencialmente compostables, por tratarse de una compostera hogareña solo se tomarán en cuenta los residuos de origen vegetal -restos de verduras y frutas de todo tipo exceptuando la cebolla, el ajo y los cítricos que en exceso pueden alterar el equilibrio del compost-. También son compostables la yerba, la borra del café y el té en saquitos o hebras. El único residuo de origen animal que podrás compostar en casa son las cáscaras de huevo. Como material seco compostable podés utilizar hojas de árboles secas, aserrín, paja, pasto seco, cartón y papel sin tinta.
Los residuos no compostables son: restos de vegetales condimentados, pan, fideos, arroz o legumbres cocidas, grasas, huesos, lácteos y/o derivados.
- Cuidados
♦Humedad: para evitar malos olores e insectos molestos es importante revisar que tu compost filtre bien y no acumule líquido en exceso. En caso que eso suceda, con agregar material seco y revolver basta.
♦Temperatura: se recomienda colocar la compostera a la sombra evitando el sol de manera directa y por tiempo prolongado.
♦Oxigenación: revolviendo tu compost una vez cada 10 días evitarás la formación de malos olores y contribuirás a que el proceso se desarrolle de manera óptima.
♦Trozá y distribuí: trozar los elementos tanto orgánicos como secos puede acelerar el tiempo de descomposición y ayudar a los microorganismos a realizar su trabajo.
♦Aliados infalibles: las lombrices californianas son grandes aliadas para alcanzar un compost de buena calidad ya que humifican la materia, aumentan la cantidad de bacterias y aceleran la descomposición de los residuos orgánicos. No son indispensables para comenzar con esta práctica, pero colaboran un montón.
- ¡Listo el compost!
Dependiendo de la época del año, entre otras variables, tu compost puede demorar entre dos y tres meses. Salvo en las instancias en que revuelvas para oxigenar, tu compost deberá reposar durante ese período de tiempo. Cuando ya no sea posible reconocer ninguno de los restos de orgánicos y en su lugar encuentres tierra negra y húmeda, tu compost ya estará listo. Podés usarlo en tu jardín, tus macetas, el árbol de tu vereda o regalarlo a algún vecino o familiar.
►Bonus track
El lixiviado es el líquido resultante del proceso de degradación de orgánicos y es un fertilizante natural muy potente. Para utilizarlo rebajá una parte de lixiviado por diez partes de agua y regá tus plantas con el preparado cada 15 días, aproximadamente.
En resumen, en la naturaleza no existe el concepto de basura. Los frutas u hojas que caen de los árboles, por ejemplo, se descomponen y enriquecen la tierra con nutrientes que van a alimentar a esos mismos árboles para que generen nuevos frutos. Este proceso es clave para el buen funcionamiento de los ecosistemas y nosotros podemos replicarlo de manera simple y económica desde nuestra casa. Si tomamos en cuenta que los residuos que generamos diariamente están compuestos por un 40% de reciclables, un 40% de residuos potencialmente compostables y solo un 20% de desechables, si separamos los reciclables y compostamos, podríamos disminuir nuestros residuos casi en un 80%. ¡Solo hay que animarse y comenzar!
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