Eludiendo la frialdad y la hostilidad de buena parte de la platea empresaria, Antonio Aracre, CEO de Syngenta, comparte el diagnóstico del Gobierno de que “la legislación no es necesariamente una traba” para crear empleo, pero también subraya la necesidad de que Argentina tenga estabilidad macroeconómica. Aracre lidera al gigante multinacional del agro, que planea duplicar el año que viene sus exportaciones. “El mayor desafío de la economía es la estabilidad macroeconómica que hace décadas no logramos. Controlar la inflación es la base para seducir inversiones y generar alguna expectativa de crecimiento”, afirmó a PERFIL en el Coloquio de IDEA, que cerró el viernes con la participación del presidente Alberto Fernández.
“En el Coloquio se discutió cómo generar empleo para incluir a más gente dentro del sistema y sacarla de la pobreza. Podés hacer muchas cosas en materia de legislación e incentivos, pero si no hay un sendero macroeconómico con tendencia a la estabilidad será muy difícil que el país crezca. Sn crecimiento no hay empleo”, agregó.
—¿No le parece que una reforma laboral tendría que ser pensada en función de un modelo de desarrollo de país, que si no se discute eso estamos hablamos en abstracto?
—Es muy interesante lo que decís porque me recuerda a Vaca Muerta, donde se juntaron los empresarios y los trabajadores y alcanzaron un acuerdo sectorial de cómo era más conveniente en ese sector, en ese lugar, y en ese momento, contribuir a la generación de empleo. Y lo hicieron muy bien. Es una prueba de que la legislación no es necesariamente una traba. Ahora bien, eso no significa que no se pueda avanzar en una modernización. Yo no lo haría para los empleados que ya tienen derechos adquiridos y establecidos, pero podría ser una forma de incentivar a la generación de nuevo empleo joven para que un empresario que quiera incorporarlos sepa que puede hacerlo con menor carga fiscal y menor riesgo de juicios laborales.
"La legislación no es necesariamente una traba para generar trabajo", dijo el empresario
—¿Cree el agro que habrá algún cambio de política con Julián Domínguez?
—Ya su incorporación es un cambio hacia el diálogo. Me siento, dialogo, escucho a todos. No alcanza solo con eso. Hay que avanzar en una agenda de modernización y de generación de oportunidades. Hay un montón de temas por afuera de las retenciones.
—¿Qué afecta más al productor agropecuario: las retenciones o la brecha cambiaria?
—Las dos cosas. Son distorsiones macroeconómicas que terminan afectando la rentabilidad. Las retenciones tienden a ser más permanentes. Si la economía se tranquilizara, la brecha podría desaparecer.