ECONOMIA
nueva ronda comercial

Brasil crece menos y mete presión a la complicada relación bilateral

Aliadas. Dilma y Cristina se volverán a ver con una agenda: trabas al comercio y menor inversión.
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Las presiones de los industriales brasileños hacia la Argentina y el bajo crecimiento de los dos países endurecieron una vez más la relación bilateral. Para los empresarios argentinos, se explica porque Brasil se niega a ceder mercado interno. La semana pasada hubo reuniones en Montevideo para acelerar negociaciones bilaterales pendientes y volverán esta semana a la mesa donde Brasil coloca una preocupación explícita por las declaraciones juradas anticipadas de importación (DJAI) que dilatan los embarques de compras al exterior sin plazos límites para ser atendidos.

En la Cumbre del Mercosur del 11 y 12 de julio en Uruguay, Cristina Fernández y Dilma Rousseff volverán a la agenda casi permanente, “para poner la frutilla en el postre o ver la forma de pasarlo para adelante”, según el Gobierno.
◆ La renegociación del acuerdo para comercio de autos y sus partes se dilató y mañana vence el vigente. Se mantendrá hasta consensuar uno nuevo que contemple la integración de partes para equilibrar una balanza sectorial deficitaria para la Argentina.
◆ En el sector naval, la negociación con Brasil también está estancada. La idea es que los armadores argentinos abastezcan las necesidades de Brasil, con barcazas para el comercio a través de la Hidrovía Paraná Paraguay y con la reparación de buques de Petrobras en los astilleros locales. Esa negociación se endureció. “Brasil no se resigna a ceder mercado interno”, analizó un empresario.
◆ En el caso de la suspensión del proyecto de Vale para extraer potasio en Mendoza, Martín Dedeu, presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros dijo que se mantienen negociaciones para retomar la obra sin el tren Malargüe-Ingeniero White y buscar una salida por Chile. Las mineras culpan a los impuestos provinciales a la actividad pero, el Gobierno cree que el cambio de planes de Vale o los conflictos con ALL y Petrobras son por “la deuda de las empresas y sus problemas globales”.

Las protestas contra el Gobierno de Dilma sorprendieron a varios empresarios locales. “Tampoco los brasileños se lo veían venir”, aseguró un asistente al Precoloquio de IDEA en Salta, una reunión anual de empresarios donde se analizó que el crecimiento de Brasil “tarda más de lo esperado”.