ECONOMIA
contagio inflacionario

Con la devaluación la economía se quedó sin precios

El Gobierno amenazó a los "especuladores" con importar para que no haya remarcaciones. Ya hay faltantes en los super y desaparecieron las etiquetas de TVs y celulares.

Erosión. En febrero, el poder de compra del salario sería el más bajo de la “década ganada”. En enero, la confianza del consumidor descendió 5,4% con respecto a diciembre. En términos interanuales cay
| Cedoc

"No hay precio". La frase se pronunció en los últimos días en todos los sectores por la fuerte devaluación de la moneda local. Con el dólar oficial a ocho pesos, las automotrices fijaron una nueva lista de precios con aumentos de hasta el 20%, las cadenas de electrodomésticos frenaron las ventas y dejaron de ofertar las cuotas mientras que la disparada volvió a frenar las pocas operaciones inmobiliarias en marcha, entre otros rubros.

El Gobierno prefirió enfatizar el acuerdo de Precios Cuidados con los supermercados y los supermercadistas aseguraron que se respetaría, aunque los precios tendrán que renegociarse en dos a tres meses. El secretario de Comercio, Augusto Costa, dijo en reuniones con el sector privado que no les temblará el pulso para abrir importaciones en caso de que haya que garantizar precios o abastecimiento.

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Hasta para los economistas heterodoxos que acompañan al modelo existe un riesgo de que la devaluación vaya a los precios. “El aumento se fogonea con la devaluación de la moneda, pero depende también de los precios internacionles”, señaló a PERFIL el economista de Carta Abierta, Alejandro Roffman. Sobre el impacto de la devaluación, Costa aseguró que “el Gobierno no va a permitir que aparezcan conductas irracionales en materia de precios”.

Pero pese a las advertencias oficiales, varios sitios de internet de venta de electrodomésticos estuvieron bajo “tareas de mantenimiento” durante la noche del jueves. Ayer, en tanto, muchos productos no informaban su precio y a cambio indicaban “no disponible para la venta online”, como señalaba la web de Compumundo. La web de Minicuotas Ribeiro, en tanto, promocionaba hasta el jueves en primer plano el pago en 18 cuotas sin interés para televisores, colchones y acondicionadores de aire, y 12 para el resto de los productos. Ayer, la oferta brillaba por su ausencia. Así, el retail empezó a acomodarse para esperar y ver cómo se define la suba de tasas de interés y dónde se acomoda el dólar, que según el Gobierno “llegó a un nivel de convergencia aceptable”.

La gran incógnita es cuál será la inflación de febrero después de una devaluación del 22% en enero. Según la economista Marina Dal Poggetto, el salario real de febrero “sufre un golpe muy fuerte” en la antesala de la reapertura de las paritarias que según fuentes sindicales, no aceptarán “menos de 30% de aumento”.

La especulación, en tanto, está a la orden del día. “Las constructoras demoran la entrega porque tienen los contratos actualizados por el índice de la Cámara de la Construcción, y con esta devaluación especulan con que seguirán subiendo los precios. La perspectiva de un alza de precios les termina compensando incluso las multas previstas por demoras en las obras”, explicó Alejandro Ginevra, de la desarrolladora inmobiliaria GNV, el empresario que acaba de comprarle al sindicato de camioneros el hotel Reviens en Pinamar.

La flexibilización del cepo para el ahorro, en tanto, ilusiona al sector inmobiliario, si bien hoy el mercado no está operando. "En marzo se van a empezar a ver los resultados. Son 40 años de mercado dolarizado, en especial para la venta de usados", aseguró Lucas Zalcwas, director general de P&S Constructora.

En tanto, el Gobierno espera dar certezas en los próximos días para evitar que se resienta la actividad económica en medio del ajuste. La industria, en 2013, fue testigo de las marchas y contramarchas: según el Indec cayó 0,2 % respecto al año anterior, de la mano de la industria automotriz, que retrocedió 28,4%.

Las automotrices aumentaron los precios de venta como consecuencia de la devaluación por el alto componente de partes importadas que se encarecieron con el dólar a ocho pesos.