Los despachos de cemento cayeron en marzo 46,5% frente al mismo mes del año pasado y se situaron en uno de los niveles más bajos de los últimos 14 años, apenas 502.541 toneladas, mientras la industria ya anticipa una caída de 20,5% para todo 2020, a raíz de la paralización de actividades por el coronavirus. Las entregas del mes pasado fueron 26,8% inferiores a las de febrero, y, de este modo acumularon en el trimestre 1,9 millones, 29,1% menos que en igual período de 2019, según las estadísticas difundidas por la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP).
El derrumbe de los despachos reflejó la agudización de la caída en la demanda privada y pública de los sectores vivienda, vial, de obras públicas e infraestructura en todos los distritos del país, a partir de la paralización de actividades por la pandemia de coronavirus.
Las empresas que integran la AFCP (Loma Negra, Holcim, Cementos Avellaneda y PCR) suman una capacidad instalada de 15,3 millones de toneladas anuales, es decir, 1,27 millón mensuales, que en marzo fue aprovechada sólo en un 39,5%.
El derrumbe productivo y de ventas de cemento se aceleró tras la devaluación del peso en agosto del año pasado, luego de las elecciones primarias, y agravó el período recesivo iniciado en 2018 cuando los envíos decrecieron 1% en comparación con los de 2017, de acuerdo con el reporte de la AFCP. La crisis continuó en 2019 y ante los resultados del primer trimestre, ahora la AFCP proyecta una nueva caída anual, de 20,5%, hasta 8,8 millones de toneladas. El volumen de producción esperado por los fabricantes de cemento es ligeramente inferior al que se alcanzó durante 2006, luego de varios años de derrumbe post convertibilidad, a comienzos de siglo.
Y claro, el cemento se vincula directamente con la construcción, otro de los sectores fuertemente afectados por la pandemia del coronavirus y el aislamiento obligatorio. Fuentes de la Cámara Argentina de la Construcción indicaron a PERFIL que el sector acumula 23 meses de caída continua con importante pérdida de puestos de trabajo (aún sin datos oficiales). Además destacaron que, las 1300 empresas que nuclea la Cámara tienen problemas que se van acrecentando con la cuarentena obligatoria como el pago de salarios, y el acceso al crédito.
"En lineas generales las empresas de la construcción por su condición en cantidad de empleados están fuera de las medidas que ha tomado el gobierno", explicaron. Esto incluye la asistencia mediante los Repro y el acceso a créditos para pago de salarios "Muchas empresas se comieron el capital de trabajo en estos dos años de caída de actividad, otras vienen con deudas viejas, precios atrasados, y todo eso afecta para el pago actual de salarios sin producción y también tendrá un gran efecto negativo para el día después (de la pandemia) y que no se podrá poner en marcha sin un espaldarazo financiero", adelantaron. Con respecto a la asistencia financiera disponible hoy comentaron que "las líneas de financiamiento no llegan con la claridad necesaria y menos al sector de la construcción, por la capacidad de repago de los créditos según analizan los bancos. Eso hace que el sector este muy complicado para el pago de salarios y retome de actividad", anticiparon.
Fuentes de la Camara destacaron que están en diálogo permanente con el Gobierno, incluso le hicieron llegar una propuesta conjunta respecto a las medidas por el COVID-19. "La pandemia es el golpe de gracia para el sector, aunque hay buen diálogo (con el gobierno) pero las medidas no alcanzan. Por eso pedimos acceso al crédito para todo el sector, beneficio para poder pagar los salarios en cuarentena y cobro en la parte pública de la acreencias. Ademas, solicitamos especialmente al BCRA para que no se tengan en cuenta de los últimos meses las evoluciones negativas o las cuotas atrasadas para los créditos que se tomen en este momento", explicaron desde la entidad.
Según datos de la CAMARCO en Argentina actualmente, el sector de la construcción vincula a 1,5 millón de personas, de las cuáles 350 mil son trabajadores afiliads a la Uocra y adicionalmente hay otros 300 mil trabajadores más afiliados a otros gremios pero vinculados a la construcción.
