El Gobierno instó hoy a la Unión Tranviaria Automotor (UTA) a levantar la huelga en ómnibus de larga distancia que lleva tres días y exigió a los empresarios el restablecimiento "inmediato" del servicio bajo advertencia de sanciones, aunque los directivos rechazaron por "inviable" la resolución oficial.
Una resolución conjunta entre las secretarías de Transporte y Trabajo dispuso que "a partir del 1 de abril y hasta el 31 de diciembre los salarios de los trabajadores se incrementará en un 23 por ciento, con carácter remunerativo".
Fuentes gubernamentales dijeron a DyN que todas las partes habían sido notificadas de la resolución que se dio a conocer a la prensa a media mañana pero voceros empresarios dijeron que no la tenían en su poder y cuestionaron la disposición.
Los secretarios de Trabajo, Noemí Rial, y de Transporte, Alejandro Ramos, firmaron la resolución que indicó que de enero a marzo "se aplicará un incremento salarial del 18 por ciento con carácter de no remunerativo que se abonará en dos cuotas iguales, pagaderas con los sueldos de mayo y julio".
Y, apuntó que de abril a diciembre la suba será de "23 por ciento y remunerativa", como pedían los trabajadores.
Por eso, los funcionarios señalaron que "la UTA deberá dejar sin efecto las medidas de acción directa", de acuerdo al texto de la resolución conjunta que lleva los números 502 y 264.
El escrito remarcó que los Ministerios de Trabajo y Transporte, junto con el de Economía, "generará mecanismos de asistencia económica y otras medidas regulatorias, colaborando en generar ajustes estructurales que se correspondan con la caída de la demanda que afecte el empleo".
Además, intimó "a las empresas representadas por las cámaras a poner a disposición las instalaciones y vehículos para el restablecimiento inmediato de los servicios, bajo el apercibimiento de aplicarles la máxima sanción prevista por la no prestación del servicio".
El paro de ómnibus de larga distancia comenzó el jueves por la tarde y continuaba hoy en reclamo de un aumento salarial del 23 por ciento en un medida de fuerza afectó a más de 200 mil pasajeros en todo el país.
El jefe de la UTA, Roberto Fernández, alertó hoy temprano que la huelga "se agrandó" y reclamó diálogo con funcionarios nacionales a fin de destrabar el conflicto.
Por la tarde, luego de la difusión de las resoluciones, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, volvió a reclamar el cese de la huelga y advirtió que "si no se levantan las medidas, estamos ante un lock out patronal" y en ese caso "estaremos sancionando a las empresas" con multas o "la caducidad de la licencia de no levantarse los paros".
La Cámara Empresaria de Larga Distancia (CELADI) rechazó la intimación del Gobierno al sostener como "desproporcionadas e inviables" los aumentos y cuestionó al Ministerio de Trabajo por intentar resolver el conflicto obligándolos "al pago compulsivo de incrementos salariales".