La escalada del dólar a más de $ 23 pese a la suba de tasas en 300 puntos básicos por parte del Banco Central se coló en un debate que se perfilaba de ‘largo plazo’ sobre el futuro del trabajo. Allí, el jefe de Gabinete del Ministerio de Hacienda, Ariel Sigal, aseguró que las tasas de corto plazo “tienen un impacto de corto plazo”.
“No se puede juzgar (la macroeconomía) por las tasas de una semana. La Argentina tiene tasas más altas que la semana pasada pero son las más bajas de los últimos 15 años”, señaló en una mesa de debate de la Universidad Torcuato Di Tella, la Organización Internacional del Trabajo y Cepe.
Ante la suba del dólar y del financiamiento, Gerardo Martínez, titular de la UOCRA (Construcción) y representante en el Labour20 (que representa los intereses de los sindicatos ante el G20), que viene de cerrar una paritaria del 15,5% en dos cuotas para este año con revisión en diciembre, reconoció que hay preocupación por la coyuntura.
“Los trabajadores estamos sumamente preocupados. La inflación es el impuesto a la pobreza. Necesitamos tener moneda. Sin moneda no tenemos destino”, indicó Martínez. “El desafío de atenuar los niveles de inflación es un compromiso de todos los argentinos. El Gobierno tiene que articular entre todos los actores para que se termine con este proceso de inflación en la Argentina”, agregó.
Triaca, más optimista, aseguró que “ los indicadores fundamentales muestran que se está recuperando la capacidad de desarrollo y más allá de la frustración del día” hay que “ser consistentes con ese camino y dar certezas y confianza en lo que vamos a hacer”, en medio de análisis de mercado que se preguntan si es hora de “salir” de las inversiones financieras en la Argentina.