“Para las elecciones –en octubre– ya deberíamos estar acá”, les explicó a los empresarios que se arremolinaron a su alrededor la escribana Marta Cascales, la esposa del ex secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno. En el hall del edificio de la Confederación General Económica (CGE), Cascales reconoció que está cansada de estar en Italia.
“Ahora voy y vengo mucho más seguido. Es que no puedo dejar la escribanía mucho tiempo”, le aseguró a uno de los empresarios después de una charla organizada por ella “y Moreno desde Italia”, para vincular a los representantes del sector privado con el papa Francisco.
Moreno hace poco pasó por el país y eligió el perfil bajo. Fueron varios los que lo invocaron el miércoles pasado en el encuentro para escuchar “el mensaje del papa Francisco” reproducido por monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, preguntaron por su vuelta y le acercaron cartas a Cascales para que hiciera de intermediaria.
El anfitrión del encuentro, el titular de la CGE, Ider Peretti, agradeció a Moreno la colaboración a la distancia mientras que Sánchez Sorondo les aseguraba a los empresarios, economistas y hombres de negocios que, desde la visión papal, “no se trata de vivir para ganar más, sino de ayudar al prójimo”.
Desde el arranque, el representante del clero recordó su encuentro con Juan Domingo Perón, que viajó a Roma cuando ganó Héctor Cámpora, para ganarse la tribuna y para que ningún malintencionado pensara que el acercamiento con la Iglesia es oportunista.
Sánchez Sorondo trasladó los pedidos de Francisco: “La esclavitud, el trabajo forzado, la venta de órganos, son crímenes de lesa humanidad. El Papa no quiere que haya chicos en la calle”, dijo. En el auditorio escuchaban –y asentían– el flamante presidente del tercer intento de Cámara de Exportadores Argentinos (Camdea) de la CGE, Carlos Castelli; el secretario general del Sindicato de Peones de Taxis, Omar Viviani; y el diputado y dirigente de Smata Oscar Romero, entre otros. “Hay que defenderse bien contra los buitres”, dijo. “Pero esto lo digo yo, no digan que fue Francisco”, aclaró a pocos días de que el Papa dijera que se sintió usado por la política.
