Los industriales brasileños y uruguayos, casi al unísono, redoblaron las presiones sobre los gobiernos de ambos países para “forzar” a la Argentina a que modifique su reiterada decisión de restringir el ingreso de sus productos o bien adoptar medidas similares, a modo de “represalia” por lo que consideran decisiones del Ejecutivo argentino que violan diversos aspectos de los estatutos del Mercosur.
En estas últimas horas, fuentes empresarias brasileñas admitieron que la decisión del ministro de Economía, Axel Kicillof, de volver a restringir el ingreso de productos de su país llevó a que dirigentes de la poderosa Federación de Industriales de San Pablo (FIESP) se reunieran con funcionarios de la presidenta Dilma Rousseff para pedir “medidas urgentes” en respuesta a las resoluciones adoptadas por la gestión de Cristina Fernández de Kirchner.
Demandas. Se sabe que hay rubros que se han visto sumamente afectados por las restricciones argentinas, como los calzados, textiles y algunos sectores de alimentos.
“Hay muchos industriales que quieren que el Gobierno de Dilma adopte una postura sumamente dura, y hay otros que buscan el camino del consenso como para ir destrabando de a poco la situación. El panorama es incierto, aunque muchos especulan que va a primar el diálogo para cerrar un acuerdo entre ambos gobiernos”, resaltó una importante fuente empresaria de Brasil.
Paralelamente, los dirigentes de la Cámara de Industria del Uruguay (CIU) se reunieron en las últimas horas con el ministro de Economía de ese país, Mario Bergara, con el de Industria, Roberto Kreimerman, y finalmente el viernes al mediodía con el canciller Nicolás Almagro.
“El planteo con los funcionarios del Gobierno ha sido el mismo. Pedimos que se adopten medidas para poder preservar nuestras inversiones y fuentes de trabajo”, resaltó a PERFIL Gabriel Murara, vicepresidente de la CIU.
Murara destacó que se ha pedido una cuotificación o cupos en el ingreso de productos argentinos al Uruguay, como una forma de mantener en actividad a la industria local y además como una manera de defenderse de las trabas constantes que viene aplicando el gobierno argentino.
Costos post devaluatorios. “Ojo que el problema no es sólo argentino, también hay una situación complicada en cuanto a los costos. Es indudable que nosotros no podemos competir con la ecuación de costos y tipo de cambio que tiene la Argentina y peor desde la devaluación de enero”, resaltó el dirigente.
Murara también precisó que se le solicitaron al Gobierno uruguayo medidas fiscales que “ayuden a paliar” el problema de los sectores productivos locales, que ya acusan en carne propia una significativa retracción, especialmente en alimentos, textiles y calzado.
De hecho, según cifras oficiales, los permisos de exportación solicitados en la primera quincena de enero de 2014 en el Uruguay registraron una caída del 24% con respecto al mismo mes del año pasado.
“Por eso seguimos pidiendo que se adopten medidas, porque la situación es realmente preocuapente”, concluyó el vicepresidente de la Cámara de Industrias del Uruguay