El aumento de tasas para los productos electrónicos, llamado también "impuestazo tecnológico", sufrió un nuevo revés en su duro camino para convertirse en ley . Por una modificación introducida a último momento, que desnuda una interna en el oficialismo, el proyecto deberá volver a la Comisión de Presupuesto del Senado, e incluso podría tener que ser ratificada en la Cámara de Diputados.
Todo comenzó en la Cámara Baja. El diputado Gustavo Marconato, que sufrió una agresión en la platea del último Argentina Brasil , introdujo una modificación en el proyecto, para incluir en el aumento a todos los aparatos de aire acondicionado de hasta 18.000 frigorías. Son los de uso industrial: los acondicionadores hogareños llegan hasta las 6.000 frigorías, el límite anterior en el proyecto. Este cambio, argumenta en la oposición, sólo beneficiaría a un empresa, la única que fabrica aparatos de ese tamaño en el país.
El legislador del PJ santafesino aseguraba tener el aval de la ministra de Producción, Débora Georgi, aunque ella misma lo desconoció, según el diario Página/12. De hecho, Georgi le transmitió esa información al jefe de la bancada kirchnerista en el Senado, Miguel Ángel Pichetto, quien pidió que el proyecto regrese a la Comisión de Presupuesto para eliminar el cambio.
Esta modificación produjo un fuerte aunque silenciado malestar entre los diputados K, liderados por Agustín Rossi. Sostienen que Marconato sólo obedecía órdenes del Poder Ejecutivo, y quieren aprobar el proyecto original, tal como llegó al Congreso, informó el diario La Nación. Aún no se sabe si el impuestazo alcanzará a las computadoras portátiles (notebooks y netbooks) ya que la ley las incluía en un principio, pero luego fue modificada.
La Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado se reunirá la semana que viene, pero la ley puede demorarse aún más: si se introducen modificiaciones, el proyecto deberá volver en segunda revisión a la Cámara de Diputados.