"Le dijimos 'chau' al Fondo Monetario Internacional. Somos más independientes", dijo el 9 de julio de 2006 el entonces presidente Néstor Kirchner con motivo del 190 aniversario de la Independencia. En enero de ese año su gobierno había cancelado con el pago de 9.810 millones de dólares la deuda con el FMI, y a partir de ese momento congeló la que hasta ese momento había sido una relación de idas y vueltas en medio siglo con el organismo de crédito.
Doce años después de aquella decisión de Kirchner, el presidente Mauricio Macri pidió este martes al FMI su apoyo financiero en medio de la crisis generada por factores externos e internos que llevó a una devaluación del peso y encareció el crédito.
El vínculo entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional comenzó en 1956, durante el régimen militar del general Pedro Aramburu, que un año antes había derrocado a Perón. El mandatario pidió al FMI un crédito de 1.000 millones de dólares, lo que constituyó la primera asistencia financiera que recibió el país del organismo financiero internacional.
El vínculo con el FMI fue muy estrecho durante la presidencia de Carlos Menem, especialmente para sostener el llamado plan económico de Convertibilidad, que establecía una paridad cambiaria entre el peso y el dólar. Tan buena fue la relación con el FMI que Menem, en un hecho inédito hasta ese momento, fue invitado en 1998 a pronunciar el discurso inaugural en la asamblea general del organismo.
Menem, un dirigente peronista aunque con ideas neoliberales, llevó a cabo una serie de reformas propuestas por el FMI, entre ellas la privatización de las empresas de servicios públicos, una medida que representó cientos de miles de trabajadores despedidos.
Al finalizar el Gobierno de Menem, la deuda de Argentina con el FMI superaba los 90.000 millones de dólares. Su sucesor, Fernando de la Rúa, intentó poner fin a una crisis económica entre 2000 y 2001 con dos nuevos créditos del FMI que llegaron a 48.000 millones de dólares.
La peor crisis económica y financiera del país provocó la renuncia de De La Rúa a fines de 2001 después de un estallido social que dejó en las calles del país decenas de muertos y a la mitad de la población en la pobreza.
Bajo la presidencia de Eduardo Duhalde, se solicitó el que fue el último préstamo al FMI antes de la cancelación de la deuda realizada por Kirchner. Durante los ocho años de gobierno Cristina de Kirchner el país y el organismo de crédito internacional prácticamente no tuvieron relación.
El diálogo se reanudó recién tras la asunción de Macri a fines de 2015. En marzo pasado, durante su primera visita oficial al país, la actual titular del FMI, Christine Lagarde, elogió a Macri al asegurar que "los dos primeros años del gobierno han sido asombrosos".
